Los gobiernos de las provincias claretianas de España y Portugal se encuentran

Sevilla es, en cualquier momento del año, un lugar precioso. Si a su belleza se une la delicada y generosa hospitalidad de los Claretianos de Bética, el resultado es sorprendente. Ese ambiente ha rodeado el encuentro de los gobiernos de las provincias claretianas de Iberia (España y Portugal) celebrado del 17 al 20 de junio.

Sin precedente en el tiempo fácil de recordar (en 1994 y 2001 los gobiernos se encontraron por iniciativa del Gobierno General), cumpliendo un acuerdo de los Superiores Provinciales de Iberia que en los estatutos de su Conferencia aluden a la importancia de atender a todas las dimensiones de nuestra vida misionera, fuimos llegando a Sevilla durante el día 17 los gobiernos de Catalunya, Euskal Herria, Portugal y Santiago. Los hermanos de Bética, anfitriones del encuentro, nos fueron acogiendo y atendiendo. Salvo alguna ausencia por compromisos ineludibles, los consejos han participado al completo. Pese a la llamada ‘crisis vocacional’ nuestras cinco provincias religiosas reúnen a casi 800 Misioneros, repartidos por los cinco continentes; más del 25 % de los Claretianos del mundo.

Trabajo y asueto compartidos

La primera mañana de trabajo, iniciada con la concelebración de la Eucaristía, se dedicó a evaluar la sensibilidad de nuestras provincias por los temas vinculados con la justicia, la paz y la defensa de la integridad de la Creación (JPIC). Contamos para ello con un animador privilegiado, el H. Arnel Alcober, encargado desde 2004 hasta el próximo agosto de la animación de dicha dimensión en toda la Congregación desde el Secretariado de Roma. Haciendo un notable esfuerzo por expresarse en castellano que todos agradecimos, Arnel repasó las impresiones que le dejan sus siete años de servicio y nos invitó a profundizar en grupo en algunas cuestiones. El plenario sirvió para contrastar opiniones y ahondar todavía en alguna más.

La tarde del día 18 dio pie al trabajo por campos de responsabilidad: espiritualidad y formación, apostolado, economía, gobierno. Los encargados de la animación provincial de cada una de estas áreas celebraron una amplia sesión de trabajo en la que también pudieron compartirse las impresiones que cada uno tiene sobre lo que puede ser el futuro de la Congregación en Europa.

El atardecer y los comienzos de la noche, preciosa en Sevilla, fueron un marco estupendo para compartir mesa y paseo, volviendo de modo más distendido sobre algunas cuestiones. Previamente, guiados por los claretianos de Sevilla, pudimos conocer la Parroquia y el Colegio dedicados a San Antonio María Claret.

Una hermosa celebración de la Solemnidad de la Santísima Trinidad abrió el segundo día de trabajo, realizado fundamentalmente en asamblea plenaria. Por la sala fueron pasando diversos asuntos: las perspectivas de reorganización de la presencia congregacional en Europa, la relación con las demás instituciones de la Familia Claretiana, el estado de la coordinación entre las provincias de Iberia en las diversas áreas de nuestra vida.

El calor acompañó nuestro paseo, ya en ambiente más relajado, por la Plaza de España, el Parque de María Luisa y los Reales Alcázares. Una cena al aire libre nos permitió despedirnos en un ambiente realmente fraterno y agradecido.

La fraternidad que nace de la filiación cordimariana compartida y que abre a la misión se ha manifestado de nuevo con fuerza. Un buen número de participantes se ha despedido hasta agosto. Dios mediante Madrid les reunirá entonces en el marco de la Jornada Mundial de la Juventud. Será difícil entonces mejorar la calidad de la hospitalidad sevillana. Pero se intentará…