Proclade y Pueblo de Dios en Haití

Laura López, Directora de Fundación Proclade, ha acompañado al equipo de rodaje del programa de Televisión Española "Pueblo de Dios" a Haití durante dos semanas para el rodaje de una serie de programas sobre la labor de los Misioneros Claretianos en Haití. Dentro de unos meses se irán emitiendo en televisión, como se hizo hace dos años en Honduras.Un buen resumen de lo visto, rodado y visitado durante estos días lo ofrece Julián del Olmo, director del programa y sacerdote, a través del blog del programa en la web de Televisión Española en una publicación titulada "Haití, un pueblo que camina". Transcribimos aqui su contenido íntegro.

Haití, un pueblo que camina

Entramos en Haití desde República Dominicana por la frontera de Malpaso. El nombre lo dice todo y más después de la crecida de lago Azuei que se ha comido la frontera antigua.

Bordeamos Puerto Príncipe y sin detenernos nos dirigimos a la misión claretiana de Kazale, en lo alto de la montaña, a 40 kilómetros de la capital. La gente de la montaña vive de una agricultura de subsistencia que no logra matar el hambre. Visitamos la emisora de radio Kazale, instalada en la casa de la misión, que cubre un área de un centenar de kilómetros a la redonda y funciona con voluntarios. El problema es que como no hay luz eléctrica en toda la montaña tiene que interrumpir la emisión cuando se acaban el petróleo y el dinero. Entonces, la montaña se queda más incomunicada todavía.

La escuela misional de Kazale tiene 300 alumnos y necesitan libros y becas porque el Estado paga los profesores de tres aulas y en la escuela hay doce aulas. También haría falta un comedor escolar porque en la montaña la economía familiar solo da para comer una vez al día (arroz con frijoles).

El padre Aníbal, misionero claretiano argentino, ha promovido una asociación de campesinos que integra a 400 familias. Su lema es: ¨Lucha de los campesinos del oeste por el desarrollo¨. La asociación cuenta con 12 bancos de los pobres que hacen préstamos a los socios de hasta un máximo de 120 dólares.

Dejamos la montaña y nos adentramos en Puerto Príncipe en medio de un tráfico infernal porque las estrechas calles no dan más de sí. La ciudad intenta olvidar el terremoto pero sus heridas físicas, económicas y morales tardarán mucho en cicatrizar. Dentro de la ciudad visitamos el taller de prótesis de las religiosas de Jesús María. La hermana Isabel, con el equipo de protésicos, está poniendo las piernas y manos que cortaron los escombros del terremoto. Como cuentan con pocos medios reciclan prótesis que reciben de España. Gracias a la hermana Isabel más de 250 cojos han podido andar.

En el barrio de Nazón el terremoto enterró a 118 personas que fueron a parar a la fosa común. El misionero claretiano padre Anistus, párroco del barrio, fue testigo de la tragedia y con la ayuda de PROCLADE y PROMICLA (ong´s de los claretianos) está quitando escombros de las calles del barrio y arreglándolas, porque cuatro años después de la tragedia siguen intransitables. La parroquia se derrumbó y el P. Anistus celebra la misa en una carpa. Nos cuenta que en el barrio hubo 18 campamentos y todavía quedan 3.

El CEFOI (Centro de Formación Intercongregacional) que regentan los Misioneros Claretianos nos ha acogido en Puerto Príncipe. Aníbal, Yoselín, Remy y Keyter se han volcado con nosotros. Son misioneros silenciosos que por donde pasan dejan huellas y en el equipo de Pueblo de Dios lo han dejado.

Nosotros seguimos grabando de la mano de Laura directora de PROCLADE y de Demuel presidente de PROMICLA, a los que el equipo del programa  agradece su colaboración y generosidad. ¡Gracias!

Seguiremos informando para que Haití no quede en el olvido.