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Mons. Luis Gutierrez en "Religion Digital"
La web de información religiosa "Religión Digital", dirigida por José Manuel Vidal, ha dedicado esta semana un artículo a nuestro hermano de provincia Mons. Luis Gutierrez Martín. Reproducimos aqui el artículo en su integridad.
Luis Gutiérrez: "La fundación Promete es de lo que más orgulloso me siento en la vida". Atiende a bebés abandonados y niños de la calle en Guatemala, Mozambique y Panamá
(José M. Vidal).- Fue provincial de los claretianos, obispo auxiliar de Madrid, titular de Segovia y no fue secretario general del episcopado porque no quiso por "fidelidad" al entonces arzobispo de Madrid, cardenal Ángel Suquía. Y, sin embargo, a pesar de su larga y brillante carrera eclesiástica, monseñor Luis Gutiérrez Martin confiesa que la niña de sus ojos es la Fundación protección menores y tercera edad (Promete). "Es de lo que más orgulloso me siento en la vida", explica en la pequeña habitación del convento de los claretianos de Madrid, donde vive.
Tiene 83 años, pero los lleva con alegría. Se mantiene tremendamente lúcido y muy activo. Echa una mano en la comunidad claretiana donde vive, lee (está terminando las memorias de Hans Küng), reza y pasea varios kilómetros todos los días, pero la mayor parte de su tiempo se lo dedica a su fundación. La lleva personalmente desde Madrid. Él es el presidente, pero también el director, el tesorero y, sobre todo, el "buscador de recursos". "Una tarea cada vez más difícil, porque, desde hace cuatro años, hemos dejado de percibir ayudas públicas"
Eso sí, cuenta allí, sobre el terreno con la ayuda de 6 hermanas de la entidad religiosa 'Fraternidad misionera'. "Son excelentes. No sólo trabajan mucho y bien, sino que llevan un control exhaustivo de cada euro que se invierte y, además, hacen gala de una entrega generosa y siempre con la sonrisa en la cara". Gracias a ellas y a la labor de "mendicante" que realiza en España el obispo se mantienen todos los proyectos de la fundación, fundamentalmente en Guatemala, pero también en Panamá y en Mozambique.
La Fundación Promete nació durante los 12 años de pontificado en la ciudad del acueducto de monseñor Gutiérrez. Desde Segovia cuidó su nacimiento y sus primeros pasos. En 2007, cuando le fue aceptada la renuncia por motivos de edad, el prelado se marchó inmediatamente a Guatemala, concretamente a la zona caribeña de Puerto Barrios, en el departamento de Izaba. Muy cerca de la diócesis de otro claretiano misionero, monseñor Garachana, titular de San Pedro Sula, en la vecina Honduras.
En Puerto Barrios pasó 6 años, dedicado en cuerpo y alma a las obras de la Fundación. Y, poco a poco, fue montando todo un complejo para los más pobres y abandonados del país. Con dos sedes. Una, en Puerto Barrios, donde cuenta con el hogar 'La Asunción', el centro sanitario de atención primaria 'San Martín de Porres' y la granja agropecuaria. En la otra sede de Livingston, tienen el Hogar 'Kateri', un centro de acogida y colegio para niños indígenas sin recursos.
Junto al Hogar 'Kateri', el otro hogar que más le tira a monseñor Gutiérrez es el de 'La Asunción'. Si en el Kateri se recoge a niños indígenas y se les escolariza, 'La Asunción' es un hogar de acogida de bebés abandonados, de niños de la calle y de menores desnutridos. "Los bebés los trae la gente o la propia policía y nos los entregan, para que no mueran".
Y es que, hace unos años "Guatemala era el segundo país del mundo con tasas relativas más altas de 'exportación' ilegal de niños, bien porque se engañaba a los padres, bien porque ellos mismos los vendían o los abandonaban", explica el obispo. Y añade: "Hoy, la exportación de niños está mucho más controlada por el Gobierno, pero continúa sin resolver el problema de los niños abandonados o maltratados".
Hace dos años, el cáncer de próstata llamó a su puerta y monseñor Gutiérrez tuvo que regresar a Madrid, para seguir el tratamiento. "Gracias a Dios, me siento recuperado en gran parte". Y continúa en la brecha, buscando dinero para la niña de sus ojos guatemalteca, a la que envía todo lo que le dan, sin que se quede nada por el camino.
"Nuestra fundación no tiene gastos de personal, ni siquiera administrativos". Y es que todo lo hace el obispo, con la ayuda de algunos voluntarios. Por no cargar a la fundación ni siquiera le carga sus viajes a Guatemala o su estancia allí. Todo va íntegro a los proyectos.
Entregado a su fundación, monseñor Gutiérrez vive en una estancia de unos 7 metros cuadrados, con su baño, su pequeña habitación monacal y su despacho, con mesa, silla, ordenador, sofá de 'las cabezadas', dos estanterías (una llena de medicinas) y algunos recuerdos de su dilatada carrera episcopal.
El día de su ordenación sacerdotal; con Pablo VI, en 1967, cuando era muy joven. Otra con Juan Pablo II, acompañando al cardenal Suquía. O sólo, con el Papa Wojtyla, en 2005. "Ya estaba muy enfermo. Fui de los últimos obispos que recibió personalmente. Estaba tan nervioso que, a pesar de que llevabas en el bolsillo el óbolo de San Pedro, se me olvidó entregárselo". También tiene una foto con el Papa Francisco, que le animó a seguir trabajando a pesar de sus 83 años.
Está claro que, mientras pueda, monseñor Gutiérrez lo dará todo por sus bebés y sus menores. Algunos le llaman ya el obispo de los bebés abandonados. Un 'ángel' que busca recursos para ellos. Porque, como dice el eslogan de su fundación, "nuestra ilusión sigue intacta, contamos con la tuya".