Se encuentra usted aquí
El P. Pedro Belderrain, nuevo Superior Provincial de los Claretianos de Santiago
En la mañana de hoy, 5 de agosto de 2016, el P. Pedro Belderrain ha sido elegido como nuevo Superior de la Provincia Claretiana de Santiago. Tras su aceptación toda la asamblea capitular le dio la bienvenida como nuevo Superior con un largo y cerrado aplauso.
Inmediatamente de ser confirmado por P. Mathew Vattamattam, Superior General de los Claretianos, se procedió a la ceremonia de toma de posesión.
El P. Pedro Belderrain Belderrain nació La Felguera (Asturias) en 1964. Hizo su primera profesión como claretiano el 8 de septiembre de 1983 en Contrueces (Asturias), y profesó perpetuamente el 28 de mayo de 1988 en Salamanca. Ordenado de presbítero el 21 de abril de 1990.
Licenciado en Teología Dogmática (1983-90) por la Universidad Pontificia de Salamanca, y en Sociología por la Universidad de Salamanca (1993-97).
También ha sido profesor del Instituto Teológico de Vida Religiosa y de la Escuela Regina Apostolorum de Madrid, e impartió clases en el Estudio Teológico Claretiano y en los cursos de capacitación de profesores de religión católica organizados por la Universidad Pontificia de Salamanca (de 1997 a 2007), encargándose de las materias de Cristología y Sociología de la Religión.
Autor de numerosas colaboraciones en revistas nacionales y extranjeras orientadas a la vida consagrada, perteneció desde 1989 a 2001 al Consejo de Redacción de Misión Abierta y fue director de la revista Vida Religiosa de 1999 a 2008.
Profesor del Instituto Teológico de Vida Religiosa de Madrid desde 1997, ha formado parte de varios equipos de reflexión inter-disciplinar convocados por la Conferencia Española de Religiosos (CONFER) y colaborado con numerosas instituciones y familias de vida consagrada y asociaciones laicales en temas relacionados con la formación, la revitalización de la vida religiosa y el análisis de los fenómenos sociales.
Desde 2007 forma parte del equipo de gobierno de la Provincia Claretiana de Santiago. Ha ejercido como Secretario Provincial durante el primer sexenio, y desde 2013 hasta este mismo año como Vicario Provincial y Prefecto de Gobierno y Nuevos Proyectos Misioneros. Desde el 16 de marzo, fecha del nombramiento del anterior Superior Provincial como Obispo de Mondoñedo Ferrol fue nombrado Superior Provincial, y ejerciendo su labor ha conducido a la Provincia a la celebración de este Capítulo Provincial, que comenzó el pasado 2 de agosto.
III Capítulo de la Provincia claretiana de Santiago
Es ya el tercer Capítulo de la actual Provincia de Santiago, desde que ésta fuera constituida hace nueve años fruto de la unión de las antiguas Provincias de Aragón, Castilla y León.
Setenta y dos claretianos de diferentes puntos de España, participan en un encuentro que tras la elección del P. Pedro Belderrain, CMF como Superior Provincial, trabajará a partir de hoy en las líneas que habrán de proyectarse para los próximos seis años.
Ha sido, por tanto, clausurada la fase evaluativa del Capítulo. Presentadas las memorias de Gobierno y Economía, y respondidas por el Aula Capitular las cuestiones planteadas, se pasó a la votación del hermano que desde hoy desempeñará el cargo de Superior de la Provincia. Con mayoría absoluta de votos, el P. Pedro Belderrain aceptó el cargo.
El Padre General, Mathew Vattamattam, pidió a la comunidad capitular un “un impulso renovado de evangelización para servir a la Iglesia y al mundo con alegría”. En este sentido, “hagamos un esfuerzo colectivo de docilidad a la voz del Espíritu del Señor” para saber discernir lo que el Señor pide hoy a esta Provincia.
El Capítulo también ha recibido el aliento de dos obispos españoles. En un primer momento, Monseñor Luis Ángel de las Heras, CMF dirigió el retiro inicial, y la posterior Eucaristía con un mensaje centrado en la esperanza, subrayando que “puede con cualquier situación que nos aleja de vivir conforme a la vocación a la que hemos sido llamados”. También Monseñor Carlos Osoro quiso mostrar su cercanía en la Eucaristía del día siguiente, e invitaba a la renovación del celo apostólico que impulsó la vida de san Antonio María Claret, así como a hacer presente en medio del mundo el valioso carisma claretiano.