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CONFER celebra bodas de plata en su Asamblea General
La Conferencia Española de Religiosos, (CONFER) celebra sus 25 primeros años de vida de la unión de las ramas masculina y femenina junto a más de 300 superiores generales. Un momento para agradecer todo el camino recorrido y afrontar la responsabilidad de pensar juntos el futuro. Unas bodas de plata que contó con la presencia entre los asistentes de algunos obispos, como el claretiano Luis Ángel de las Heras, o el agustino Eusebio Hernández Sola. Fue especialmente emotivo el caluroso aplauso que recibió el Cardenal Bocos, también claretiano y que tanta vida ha dedicado a favor de la vida consagrada. También pudo verse a José María Gil Tamayo, obispo electo de Ávila, y a otros miembros de la Conferencia Episcopal, como D. Fernando Giménez Barriocanal. Del mismo modo, se encontraban entre los presentes los representantes de Cáritas, D. Manuel Bretón y Dña. Natalia Peiró, y por parte de Escuelas Católicas el religioso marianista José María Alvira y distintos miembros, entre los que destacaba Dña. Victoria Moya, por ser la presentadora del acto.
Añadiendo un tono festivo a la Asamblea General, inaugurada ayer en el hotel Weare Chamartín bajo el lema ‘Os daré un futuro lleno de esperanza’, contó con dos mensajes del Papa Francisco, que de esta forma también quiso hacerse presente en uno de los días grandes para los religiosos españoles. El primero de ellos fue leído íntegramente por el Nuncio de su Santidad en España, Mons. Renzo Fratini. Frases cargadas de ánimo y de aliento, donde Bergoglio invitaba a “no escatimar esfuerzos para servir y animar la vida consagrada española […] pues no cabe duda de que el estado de la vida religiosa, sin ocultar incertidumbres y preocupaciones, está lleno de oportunidades y también de entusiasmo, pasión y conciencia de que la vida consagrada hoy tiene sentido”. Al mismo tiempo, el Papa no quiso pasar por alto los “muchos retos que se le presentan a la vida religiosa en estos tiempos”. “Los tiempos han cambiado y nuestras respuestas han de ser distintas. Os animo a dar respuesta, tanto a situaciones estructurales que requieren nuevas formas de organización, como a la necesidad de salir y buscar nuevas presencias para ser fieles al Evangelio y cauces del amor de Dios”, añadió en su escrito.
Seguidamente, fue la presidenta de CONFER, María Rosario Ríos, odn, quien se encargó de hacer llegar el segundo mensaje de Francisco. En él, pudimos escuchar cómo el Santo Padre también se unía “a la acción de gracias de Dios por estos años de servicio de la CONFER [en la que los religiosos han querido trabajar juntos] para ayudar a cada instituto a conseguir sus propios fines, plantear temas comunes y establecer la conveniente coordinación con la Conferencia Episcopal y con cada una de las iglesias particulares”.
Del mismo modo, Ríos, en su saludo de apertura a esta XXV Asamblea General, subrayó su intención de “abrirnos juntos a la promesa de Dios y abrazar el futuro con esperanza. Una esperanza que nos permitirá seguir escribiendo una historia en el futuro, al que podemos confiadamente mirar, porque es hacia él a donde nos conduce el Espíritu para continuar haciendo cosas grandes con nosotros, como hizo en María. Un futuro en el que seguir soñando con una CONFER al servicio de la realidad de nuestros institutos para estar así al servicio de nuestro mundo”. “Dios mismo quien nos dará un futuro lleno de esperanza”, continuó diciendo. “Un futuro para este mundo, para tantos hermanos y hermanas nuestras que sufren; por ahí camina nuestra esperanza”.
Más tarde tomó la palabra el obispo de Málaga, Mons. Jesús Catalá que además es presidente de la Comisión Episcopal para la Vida Consagrada, y ofreció un breve saludo, en el cual exhortó a “reafirmar la confianza en Dios, y no en las estructuras”. A la vez que reconocía que “si la vida consagrada desapareciera, la sociedad sería un caos”.