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El Capítulo General sigue mirando al futuro
Se repite a menudo y tiene su gran parte de verdad: el mejor fruto de un capítulo (general o provincial) es la vida transformada de quienes han participado más directamente en él. Los capitulares lo escuchan con frecuencia: no se trata de componer textos más o menos bellos; el impacto de lo vivido y discernido en sus propias vidas es el mejor regalo que se puede hacer a las comunidades y al anuncio del Reino de Dios.
Pero también conviene discernir propuestas, establecer prioridades, proponer procesos. Este Capítulo General de los Misioneros Claretianos está procediendo desde la ratificación gozosa del valor y actualidad de los tres procesos de transformación propuestos para el período 2015-21 cuando la Congregación se propuso vivir ‘en salida’, en comunidades que son testigos y mensajeras de la alegría del Evangelio al tiempo que adoran a Dios en el Espíritu.
Las Constituciones siguen siendo las mismas; los propósitos fundamentales, también. Pero la vida claretiana entiende que el Señor también habla a través de la historia, sobre todo de la historia de los sufrientes, y que pide a sus discípulos que respondan a las urgencias de los tiempos y de los lugares. La comunidad capitular, notablemente diversa -como la Congregación-, desea hacerlo. A ello se dedicarán los próximos días de capítulo: ¿qué espera el Espíritu de nosotros en este momento de la historia?
Elegido el gobierno general de la Congregación
Previamente, tras reelegir al P. Mathew Vattamattam como superior general, la asamblea dedicó día y pico a discernir quiénes podrían ser sus compañeros de gobierno. Parte de la reflexión se centró en la estructura de equipo que puede convenir más a la Congregación en estos momentos. El diálogo en plenaria fue intenso, y muy participado: el intercambio de argumentos también.
Finalmente, tras escuchar a los hermanos, el Capítulo aprobó (requisito exigido en nuestras constituciones) la estructura propuesta por el P. Mathew, que pidió contar con seis consultores (consejeros). Cada consultor coordinará un área de la vida de los misioneros, aunque siguiendo el elogiado ejemplo dado por el equipo de gobierno saliente, la responsabilidad sobre esas áreas es cada vez más compartida, al tiempo que se impulsa el trabajo en equipo de los consultores.
Para la prefectura (área) de economía el Capítulo reeligió al P. Manuel A. Tamargo, misionero de nuestra provincia, superior provincial de Santiago de 2007 a 2013, que ya ha sido consultor-ecónomo general en el período 2015-21. Reelegidos han sido también los PP. Joseph Mbungu-Mutu (de Congo), consultor-prefecto responsable del área de formación, y Henry Omonisaye (de Nigeria), a quien se encomienda la nueva prefectura de Pastoral Bíblica y Comunicaciones, y el H. Carlos Verga (argentino), responsable del área de pastoral infantil juvenil vocacional, llamada oficialmente de ‘pastoral con jóvenes y vocaciones’.
Las elecciones han traído consigo dos relevos. El P. Artur Teixeira, misionero claretiano portugués, deja paso como consultor prefecto de apostolado al P. Pedro Belderrain, hasta ahora superior mayor de la provincia claretiana de Santiago. El P. Carlos Enrique Sánchez Miranda, peruano, actual director del Centro de Espiritualidad Claretiana de Vic, asume el servicio de consultor prefecto de espiritualidad y vida comunitaria, cuyos contenidos fundamentales ha coordinado durante los últimos dieciocho años (en tres gobiernos distintos) el P. Gonzalo Fernández Sanz, misionero de nuestra provincia.
El P. Mathew Vattamattam y los capitulares agradecieron en público la entrega y dedicación de los PP. Teixeira y Fernández Sanz, y la generosidad con que los seis consultores han aceptado servir a la Congregación desde el gobierno general en el período 2021-2027. En una eucaristía vespertina, en la que se subrayó la acción de gracias por el nuevo consejo, la comunidad capitular oró intensamente por el P. Mathew y sus compañeros.
Al concluir la misa el Superior General anunció la confirmación como secretario general del P. Joseba Kamiruaga (de la provincia de Sanctus Paulus), superior mayor en su día de la provincia de Euskal Herría, y que el Vicario General de la Congregación, al que se pide una vinculación especial con el Superior General, va a ser el P. Henry Omonisaye.
La elección como consultor general del P. Pedro Belderrain, nuestro provincial, supone el final inmediato de su servicio a la provincia, en el que le sustituirá en los próximos meses, mientras se convoca y celebra el IV Capítulo Provincial de Santiago, el P. Adolfo Lamata Muyo, vicario provincial desde 2016.
Alegría en la diversidad
Como un capitular recordaba hoy en las sesiones de la tarde, en las que tomaron la palabra casi cuarenta capitulares, la asamblea da muestras de tener cada vez una visión más global de la realidad, abandonando miradas que se limitan a sólo una zona o región del mundo. Encontrarse en la diversidad es muchas veces complicado, pero la fuerza de la fraternidad vence los inconvenientes. La familia capitular canta, dialoga, se ríe y celebra con un corazón cada vez más universal e intercultural. El espíritu de Claret sigue demostrando ser para todo el mundo, tema al que también la asamblea dedicó la tarde del día 1 un diálogo bien participado y fecundo.