Corpus Christi, brotes de fraternidad que enriquecen nuestras parroquias

Hoy la Iglesia celebra el día del Corpus Christi, memorial de entrega y encuentro con Cristo, y Cáritas Española ha convocado la ‘Semana de la solidaridad’ a la que se han sumado las parroquias de nuestra provincia. Desde Vigo hasta Alicante, pasando por Madrid, todas ellas han querido aportar semillas de esperanza, alentando al ánimo y a la alegría cristiana, bien conscientes de que no se pude vivir esta solemnidad sin experimentar la profunda unidad entre Eucaristía y caridad.

Así, en el mensaje conjunto recientemente emitido por los obispos de la subcomisión episcopal de Acción Caritativa y Social, los prelados españoles recuerdan “este convulso año […] que hemos vivido con la pandemia de la COVID-19 y su carga de enfermedad, soledad y muerte. Además, a ella se han sumado otras situaciones que hieren el corazón de Dios, como las guerras en Ucrania y en otras muchas partes del mundo, los desplazamientos forzosos, y la violencia que provocan”. Los párrocos de nuestra provincia, pegados al sufrimiento de su feligresía de aquí, y al mismo tiempo pendientes del dolor de nuestros hermanos y hermanas de fuera de nuestras fronteras, han salido a la calle apoyando la campaña ‘Somos lo que damos. Somos amor’ impulsada por Cáritas. “Queremos agradecer la labor realizada y los recursos invertidos durante el año 2021 y por ello hemos montado unos puestos con toldos bien visibles en tres zonas del barrio”, apunta el misionero Jorge Domínguez al frente de la unidad pastoral ‘Corazón de María’ en el madrileño barrio de Tetuán. Así, en los alrededores de Bravo Murillo, de la Plaza de Castilla y de la parroquia Nuestra Señora de las Victorias, un nutrido grupo de feligreses del arciprestazgo ha dado gracias por la respuesta e implicación solidaria de la ciudadanía en su conjunto, tanto en estos últimos meses de tan terribles sucesos internacionales como en los primeros de la pandemia en marzo de 2020. “Al mismo tiempo hemos de seguir reclamando un compromiso solidario y estable”, subraya Domínguez.

En Vigo, el P. Alfredo García, también agradece el regalo que para la parroquia ha supuesto este tiempo ordinario que comienza tan pegado a la fiesta del Corpus. “Durante este curso, como a lo largo de toda la pandemia, hemos continuado con la labor de atención a las familias necesitadas que viven en el territorio de la parroquia”, expresa. “Siempre desde Cáritas parroquial, hemos seguido situaciones personales y familiares de auténtica necesidad”. De tal modo, nuestra parroquia en Galicia ha podido colaborar con las familias más precarizadas por medio de vales de alimentos y ayuda para pagar los gastos de alquiler, luz, agua, medicinas, o viajes urgentes, y todo ello sin tener en cuenta el origen, la religión u otras circunstancias personales. “Todas son personas necesitadas e hijas de Dios”, matiza el claretiano, satisfecho del trabajo y contento por haber podido a retomar el encuentro presencial con voluntarios, con familias y con migrantes, “a los que hemos tenido la oportunidad de volver a escuchar y de apuntar a las clases de lengua y cultura española que veníamos realizando estos últimos años, pero que tuvo que suspenderse en la pandemia”.

Lo más importante, al cabo, en estas historias de servicio que nacen de nuestras parroquias y de tantísimas otras, son las personas. Las que confían sus problemas a los párrocos y voluntarios y las que responden con generosidad abriendo oportunidades y esperanzas. Cristo camina con nosotros y nos impulsa a la fraternidad, prestando especial atención a los que se hallan en las periferias. Lamentablemente, nuestro modelo económico, el encarecimiento de la energía y las últimas noticas que advierten de una más que probable subida de precios, exigirá de todo el pueblo de Dios nuevos bríos y un redoble de esfuerzos.