Se encuentra usted aquí
Al borde de cumplir 90 años Mino Cerezo sigue uniendo Misión y arte
Cuando en el año 2005 los claretianos abandonaron el departamento de San Martín, en Perú, Maximino “Mino” Cerezo (Villaviciosa, 1932) comenzó una nueva etapa en España. Su dilatada biografía artística y claretiana –“el cura y el pintor que hay en mí se pusieron de acuerdo”, explica siempre él mismo– le impulsó a anunciar el Reino primero en Filipinas y después, a través de sus pinturas, en Nicaragua, Sao Félix de Araguaia (Brasil), Panamá y buena parte de América Latina. Hoy reside en Salamanca y también desde aquí no ha dejado de contribuir al fortalecimiento y la renovación espiritual de la Iglesia entera, poniendo su talento artístico al servicio de ello. Así, ha pintado murales en distintos puntos de nuestra geografía explicando el Evangelio y ligándolo a la realidad social.
Su última obra, ‘Anunciación en Azul’, forma ya parte del conjunto artístico de la iglesia de La Oliva en Villaviciosa; es el templo más antiguo de esta localidad asturiana, en el lugar donde nació su autor en 1932. La revista ‘Cubera’, fundada por amigos del paisaje de esta villa, dio cuenta en sus páginas del momento en el cual fue colgada la obra de la pared norte del histórico templo. “La nueva pieza enriquece el conjunto artístico que empieza con el propio edificio”, escriben sus vecinos en el número del mes de marzo de esta publicación. “La obra de Mino está cargada de simbología […] Las figuras que protagonizan la escena de la Anunciación, rotundamente perfiladas y humanas, recuerdan la función pastoral que ha tenido toda la obra de Mino a lo largo de más de medio siglo de actividad artística y misionera”, expresan. “Mino Cerezo transmite la humildad y la humanidad de la gente corriente, que es como él entiende al pueblo de Dios”.
‘Mino’, el libro
No ha sido esta la única aparición del misionero en prensa. La anterior hubo que buscarla fuera de nuestras fronteras, en Italia. Allí, en la ciudad de Lecco, con mucha implicación del claretiano Angelo Cupini, Edizioni Teka ha cocinado un volumen cuidadosamente editado que hace memoria de la vida del pintor. El libro de 368 páginas, rico en numerosas ilustraciones, sigue el itinerario de la intensa producción artística de Mino Cerezo al servicio de la Palabra traducida en arte para comunicar a los pobres la alegría del Reino. Acompañan a las imágenes textos escritos por Mino y comentarios que proporcionan un marco para entender su intenso legado, que ha influido directamente en todos aquellos que en el último tercio del siglo pasado lucharon en América Latina por la justicia y la paz.
El título se presentó en la Casa sul Pozzo de Leco el pasado 23 de mayo y contó con una conexión online de Mino y de Fran Ros, el conservador del archivo de imágenes de las obras del claretiano. Asistió al acto un público bastante numeroso y algunos medios locales, como L'Eco di Bergamo reseñaron el acto. Actualmente, la obra de Cerezo Barredo es motivo de estudio en distintas Universidades y está presente en más de medio centenar de iglesias y catedrales de todo el mundo. Su estilo, tan reconocible, ha dado lugar a multitud de grabados, ilustraciones y murales que se han convertido en herramienta de trabajo de muchos pastoralistas. Aunque buena parte de su obra está disponible en internet para quien quiera usarla, -así lo quiso Mino desde el principio-, los ejemplares de este libro, que es una completísima herramienta para comprender su acción misionera a través de la pintura, pueden ser solicitados a través de esta dirección de correo electrónico: info@comunitagaggio.it .