Nuestra provincia celebra con la CONFER su medio siglo de acompañamiento pastoral

Bajo el lema ‘Lanzándome hacia lo que está por delante’ (Filipenses 3, 13), la conferencia española de religiosos (CONFER) celebró durante el primer fin de semana de noviembre un aniversario en su servicio y acompañamiento a la pastoral vocacional (primero) y a la PJV (después) con un encuentro que tuvo lugar en el colegio Nuestra Señora del Recuerdo de Madrid. Se trataba de la 50 edición de las Jornadas nacionales de PJV. Tal y como dejó escrito fray Jesús Díaz Sariego, OP, presidente de los religiosos españoles, en la revista ‘SomosCONFER’, “cinco décadas de compromiso pastoral con los jóvenes”, tiempo desde el cual han ido sucediéndose diferentes estilos y adaptando nuevos lenguajes abiertos al futuro.

Al frente de las labores de organización de este evento eclesial, -en CONFER, el primero que congrega a más de 330 personas desde la pandemia- se encontraba el misionero Luis Manuel Suárez, actualmente el responsable del área de PJV. Para Suárez, estos cincuenta años de camino conjunto resumen el “querer vivir el presente desde el agradecimiento de nuestro pasado y la esperanza confiada”.

Por ello, el primero de estos días estuvo dedicado a los frutos que esta plataforma de acompañamiento ha ido dando a lo largo de este itinerario posconciliar. “Quisimos a empezar haciendo un recuerdo agradecido del camino recorrido”, explica el religioso. Seguidamente, el claretiano da cuenta del desarrollo de los días posteriores, “donde escuchamos algunos testimonios de personas que han vivido el Sínodo sobre los jóvenes, y algunos otros que nos acercaron a los tres ‘escenarios’ de jóvenes con los que convivimos”, constaba. Así, el primero de ellos se refiere a ‘los que están’ vinculados a la fe y a la Iglesia; el segundo, a ‘los que estuvieron’, y después se han distanciado. Finalmente, el tercero se dirige a ‘los que nunca han estado’. “Y pienso que hoy en día nuestros esfuerzos pastorales han de dirigirse a los dos últimos grupos”, reflexionaba el religioso, “pues tenemos el reto de presentarnos al mundo de forma que ningún joven tenga miedo de acercarse y preguntar todo lo que quiera”. Asimismo, “con los que se han alejado, necesitaríamos volver a tender puentes y poner las condiciones para que se pueda dar una conversión”, incidía.

En el encuentro del pasado fin de semana también se abrió un espacio, el del último día, “para dar algunas perspectivas de futuro: conexión, anuncio y vocación”, relata el P. Suárez. Todo ello fue llevado a la eucaristía que al final de estas jornadas presidió Mons. Luis Ángel de las Heras, quien durante años estuvo al frente de esta provincia como superior mayor y de la CONFER en labores de presidencia hasta que en el 2016 fue llamado al ministerio episcopal por el papa Francisco.

Otro claretiano, veterano de estos encuentros -el primero en que participó data del año 1991- fue el religioso Gonzalo Fernández Sanz, que ofreció una magnífica conferencia que hizo reflexionar en torno a lo aprendido en este medio siglo de trayectoria, así como a lo que no hemos de perder de vista para afrontar lo que nos viene por delante, siempre desde una fe percibida como un constante movimiento.

¿Qué queda por hacer en los próximos años?

“Interpretar la reciente historia es muy difícil, pero no lo es menos aventurar lo que sucederá en los próximos años. Es tal la sensación de fluidez que hoy vivimos, que pocos se atreven a soñar”, advertía Fernández Sanz al inicio. Para el misionero, “si damos como cierto que estamos ante la primera generación incrédula de la historia de Europa, la pastoral juvenil vocacional tendrá que aceptar que en muchos casos la llamada a una vocación consagrada va a surgir casi simultáneamente con la llamada a la fe”. “No sé si estamos preparados para este tipo de acompañamiento vocacional”, lamentó a renglón seguido.

“Quizá es que nosotros no acabamos de aceptar la responsabilidad de ser adultos y, por tanto, de saber acompañar a los jóvenes en vez de mimetizarnos con ellos”, valoraba el religioso en su conferencia. Por ello, en temas de pastoral, “hay dos enfoques que considero imprescindibles”. “Por una parte, una pastoral de las distancias cortas que les permita a los jóvenes conocer a cristianos felices de serlo”. Y por otra, “una presencia inteligente, personalizada y cordial en el mundo digital”.

Finalmente, el experto se permitió ofrecer un último consejo: “las Jornadas anuales de la CONFER llevan más de medio siglo dándonos orientaciones y pistas. Quizá en los próximos años tendrían que dejar más protagonismo a los mismos jóvenes. O hacer un tipo de encuentro ‘sinodal’ en el que se dialogue más entre todos”.