El P. Pedro Fuentes cumple 95 años en su comunidad de Colmenar

La comunidad asistencial de Colmenar sacó el día 29 sus mejores galas y celebró por todo lo alto, en la misa y en la mesa, los noventa y cinco años del P. Pedro Fuentes Crespo, que llegó a ella en 2010 procedente de la comunidad de la Curia Provincial. Nacido en Pradoluengo (Burgos) en 1918, el P. Pedro emitió sus primeros votos como Misionero Hijo del Corazón de María el 15 de agosto de 1936 y tuvo la alegría de celebrar el setenta y cinco aniversario de su profesión en 2011 junto a dos de sus compañeros de curso, los ya fallecidos PP. Andrés Bausela y Julián Gil. Sacerdote desde hace setenta años, en su vida misionera se han mezclado la implicación en la formación de los jóvenes claretianos, la docencia y el servicio directo a los fieles, religiosos y seglares.

En este momento, diez de los cerca de doscientos ochenta claretianos de Santiago tienen más de 90 años. Siete son sacerdotes y tres, misioneros hermanos. La mitad residen en las comunidades asistenciales de la Provincia, en las que se trata de atender con especial esmero a quienes ya no pueden residir en una comunidad más ocupada en tareas apostólicas. Otros cinco claretianos de estas edades residen en diversos lugares, implicados aún en el servicio comunitario o parroquial.

El último capítulo general de la congregación claretiana prestó una atención especial a los Misioneros que envejecen viviendo su vocación: “Jesús es la pasión que nos impulsa y el camino que seguimos. (…) El sufrimiento nos acrisola en el mismo fuego de Jesús, nos solidariza con los crucificados de este mundo y nos hace creíbles. (…) Cuando nuestro cuerpo se debilita y nuestra capacidad de acción queda limitada, nosotros -servidores de la Palabra que no pasa- no dejamos de ser misioneros. Podemos, entonces, ‘gloriarnos en la cruz de Jesucristo’ (Gal 6, 14), como testigos creíbles del Fuego que ha prendido en nosotros” (HAC 46. 49).