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Zamora celebra treinta años de la ubicación actual del Colegio y recuerda a los Mártires Claretianos
La historia de toda comunidad claretiana tiene sus fechas relevantes. En algunos casos, como el de Zamora, esas fechas son numerosas: ciento ocho años de presencia dan para mucho.
Desde que en 1902 los Misioneros Claretianos llegaran a la ciudad han pasado muchas cosas. Al año siguiente la Diócesis encomendó a la Congregación la Iglesia de San Esteban, que generaciones y generaciones de Misioneros cuidaron durante más de ochenta años. Durante unas siete décadas la Congregación mantuvo muy viva la atención a las Misiones Populares; con ellas el Evangelio llegó a muchos rincones de la variada geografía zamorana y a no pocos pueblos de las provincias limítrofes.
Mas si un ministerio ha acabado caracterizando la presencia de los Claretianos en Zamora es el servicio al Evangelio y a la persona desde la educación. El año 1938 se ofrece a los Misioneros un colegio que está a punto de cerrarse; la comunidad acepta la encomienda y tres años después, recién acabada la Guerra Civil Española, se abre el Colegio del Corazón de María muy cerca de la Iglesia de San Esteban. El edificio, levantado y atendido a base de mucho esfuerzo en aquellos tiempos económicamente bien difíciles, se amplía en 1960 con la adquisición de un cuartel colindante. Pero la opción por la educación y el deseo de prestar un servicio de calidad llevan a decidir la construcción de un centro completamente nuevo en las afueras de la ciudad en la carretera de Almaraz. El crecimiento de la capital ha ido haciendo que aquella finca, que entonces muchos consideraban distante, vaya formando parte del centro urbano. El 11 de febrero de 1980, aniversario de la aprobación de las Constituciones de la Congregación y Fiesta de la Virgen de Lourdes, alumnos y profesores se desplazaban a los nuevos edificios.
Treinta años después
En las últimas semanas, con ocasión de la fiesta de San Antonio María Claret, los profesores y el personal del centro, los alumnos y sus familias, y la comunidad claretiana han querido celebrar los treinta años de presencia en las nuevas instalaciones del Colegio, muchas de las cuales -además- se han renovado en los últimos años. La celebración ha tenido un momento muy especial en la marcha cicloturista celebrada el día 24 por la mañana, que congregó a participantes de edades muy diversas. A todos se les entregó un lema: “¡atrévete!”, invitándolos no sólo a pedalear, sino también a adentrarse por la senda de los valores y propuestas del Evangelio.
Las celebraciones han tenido también un momento muy especial en la Eucaristía que tuvo por marco la bien hermosa Iglesia de San Ildefonso, templo bien emblemático en la ciudad, en la que se recordó de un modo muy especial a los Mártires Claretianos, víctimas del encono con el que algunos protagonistas de la Guerra de 1936 acometieron contra todo lo cristiano.
La comunidad claretiana de Zamora está formada hoy por siete Misioneros, volcados prácticamente todos en las labores del Colegio. La Comunidad Educativa lleva años implicándose con alegría en su tarea; precisamente este curso se ha consumado la integración en el Colegio del Corazón de María de un buen número de profesores y alumnos del Colegio ‘San José’ que las Hijas de la Caridad iban a abandonar en la ciudad. La notable implicación de los profesores seglares en la dirección del Colegio es todo un índice de madurez. La vinculación del carisma claretiano con la ciudad, que tiene una expresión muy singular en la presencia de antiguos alumnos en las más variadas áreas de su tejido social, sigue fortaleciéndose. ¡Si además los Mártires ayudan el futuro puede ser bien hermoso!