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Fallece en Valencia el P. Alberto Elpuente, CMF
Ayer, día 2 de febrero, fiesta de la Presentación de Jesús Niño en el Templo, es la fecha elegida por la Iglesia para celebrar el valor y el sentido de la vida religiosa. Y así lo hicieron, en Roma y en cientos de ciudades del mundo, miles de cristianos. Ese mismo día, rayando ya la medianoche, ha fallecido el P. Alberto Elpuente García, misionero claretiano desde 1952, sacerdote desde 1963, educador en el Colegio Claret Valencia Benimaclet desde 1974.
Su figura quedará en el recuerdo de generaciones y generaciones de alumnos del Colegio, de educadores y de sus familias, como ha impresionado a muchos de los que han tratado con él. Animador, constante, emprendedor, amigo, ha sido todo un ejemplo en el descubrimiento de los caminos que pueden llevar a Dios: el servicio, el afecto, el esfuerzo, la competición bien entendida, la amistad, el disfrute de la naturaleza y el deporte… Una estupenda demostración de los mil modos en los que se puede ser Misionero al estilo de San Antonio María Claret.
La comunidad claretiana de Valencia-Benimaclet, a través de su superior el P. Abel Mauricio Pino, agradece a todas las personas que se han preocupado en estos meses por el P. Alberto su afecto y sus oraciones, que le han permitido vivir su enfermedad “arropado por el amor y el agradecimiento forjados por el tiempo y el saber estar de aquel al que despedimos sintiéndolo como un padre, un hermano y un amigo”.
Sus restos serán velados a partir de las once de la mañana de hoy domingo, día 3, en el Cottolengo del Padre Alegre (calle Vicente Zaragoza 87), del que fue muchos años capellán. Su funeral de cuerpo presente tendrá lugar en la Iglesia del Cottolengo este lunes, día 4, a las 15:30 horas. A continuación su cuerpo será trasladado al cementerio de Valencia.
El P. Alberto ya no va a estar en el patio del colegio, discreto, atento a todo, ofreciendo una palabra de ánimo a quien se esfuerza, pendiente de quien se tropieza. Pero habrá quien recoja su testigo, como muchos educadores ya lo han hecho: un ‘saber estar’ claro signo del amor y la providencia del Dios Padre que vela por todos.