Fundación Proclade envía 7.000 euros a los desplazados del conflicto en Ucrania

La ofensiva rusa a Ucrania ha provocado más de un millón de personas refugiadas en solo una semana. De media, más de 100.000 personas han huido del país cada día desde el pasado 24 de febrero. La situación es inestable, delicada e impredecible y es ya considerada la crisis de refugiados más grave de Europa en el siglo XXI. Y no solo preocupa la rapidez con la que miles de personas residentes en el país han huido a Polonia, Hungría, Moldavia, Rumanía y otros países. Preocupa también el futuro más próximo, más a corto plazo, para el cual la Organización de Naciones Unidas (ONU) calcula que cuatro millones de personas podrían abandonar el país si continúan las hostilidades y doce millones de personas necesitarán ayuda humanitaria dentro de Ucrania en cuestión de días. 

Fundación Proclade de la provincia de Santiago, oenegé de los claretianos, puso en marcha hace cuarenta y ocho horas una iniciativa para la ayuda a aquellos cientos de miles de personas que han abandonado sus hogares. De tal modo, nuestra fundación ha firmado un convenio con los claretianos de Polonia para destinar en Truskavets, -cerca de la frontera-, las donaciones que aquí se recauden, procurando así dar apoyo a la emergencia. “De hecho, hoy mismo hemos enviado la primera partida de fondos que asciende a un total de 7.000 euros”, informa Francisco Carril, director de nuestra fundación. “Y seguiremos enviando más cada pocos días”, redunda. Miguel Tombilla, coordinador del área de Solidaridad y Misión de esta provincia claretiana, destaca por su parte que “para Proclade es una necesidad preocuparse por los más vulnerables y frente a la crisis desatada en Ucrania no podíamos no estar”. Y en este sentido completa diciendo que “desde la misma clave del Evangelio siempre nos hemos movido a favor de migrantes y desplazados, ya sea en Europa o en otros puntos del globo como Colombia o Antillas, y cómo no, ahora, volcados con la magnitud de la crisis humanitaria en Ucrania”.

Solo en los primeros cinco días desde el inicio la crisis en Ucrania, más de 280.000 personas buscaron seguridad en la vecina Polonia. Hoy el número asciende a más de 540.000. Allí el Gobierno está registrando el número de refugiados y la agencia de la ONU les procura asistencia legal, pero pese a multiplicar los esfuerzos es difícil atender todas las exigencias que este conflicto está generando: las personas que huyen de Ucrania continúan llegando a la frontera con Polonia hora a hora. Los misioneros claretianos en la zona informan de que hay kilómetros de colas en la frontera del lado ucraniano. Las temperaturas son heladoras y la espera para poder cruzar, de varios días en la carretera. “El grupo de claretianos que están acompañando este drama -añade Carril- destaca con crudeza cómo a falta de pocos metros para llegar al país vecino los desplazados podían llevar perfectamente más de 30 horas de pie, faltos de mantas, de comida o de productos básicos de higiene personal”.

Con todo, la respuesta solidaria de España y de otros países del mundo está resultando impresionante. “Muy pocas veces habíamos visto semejante ola de solidaridad, lo que demuestra cómo de cerca la población europea está sintiendo este conflicto”, opina Carril. “De seguir así va a ser mucha la ayuda que se va a poder enviar”, finaliza.