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Ayudar en la necesaria reforma eclesial
Lejos de suponer un relajamiento o disminución de la calidad e intensidad de la Semana, los dos días que cerraron el encuentro de este año, viernes y sábado, resultaron bien densos, con momentos importantes e intervenciones de calidad.
La mañana del viernes estuvo dedicada a los procesos de reforma, siendo el Prof. Rino Cozza el primero en ofrecer su reflexión que versó en torno a los dinamismos de crecimiento en la vida consagrada. Y, a continuación, el Cardenal Aquilino Bocos nos presentó en su conferencia una amplia visión de la reforma eclesial del papa Francisco con sus criterios y sus dinámicas. “El Papa, -señalaba el cardenal claretiano- es sobre todo jesuita. Y para comprender su reforma es necesario escucharle en la clave de los ejercicios espirituales de san Ignacio. Démonos cuenta de que Francisco quiere meter a toda la Iglesia en ejercicios espirituales”.
A renglón seguido, el prelado desgranó las claves desde donde la vida religiosa debe contribuir decisivamente a llevar adelante los sueños del Papa sobre la Iglesia. “Seamos vino nuevo, atentos a la vida consagrada emergente, apreciando el dinamismo misionero en los cinco continentes; intensifiquemos nuestra opción por los pobres, que es la forma más eficaz para cualquier reforma; aventurémonos con valentía en aquello que no se puede programar, dóciles al Espíritu; y reencontrémonos en una fecunda vuelta a las raíces carismáticas de cada instituto”. Desde estos puntos, la reforma conseguirá que esta peculiar forma de vida sea signo visible para el mundo de entrega a los demás.
Por la tarde, y siguiendo el camino trazado en las conferencias anteriores, se abordó el tema de la formación. En el ámbito formativo se han llevado a cabo profundas transformaciones de métodos, lenguajes, dinámicas, valores, finalidades y etapas. El panel sobre la formación inicial y permanente que ofrecieron Luisa Villanego, ccv, Verónica Gutiérrez, rpm, Dª Mª José Castejón (CEDIS) y Esteban de Vega, fsc, y que estuvo moderado por el profesor Juan Carlos Martos, cmf resultó un buen momento para tomar el pulso a las prioridades y las opciones formativas que nos permiten afrontar el futuro de la vida consagrada en su misión eclesial.
Ya el sábado, abrió la mañana Tiziana Longhitano, religiosa italiana, profesora del Instituto de Teología de la Vida Consagrada (Claretianum) de Roma, que se metió en el bolsillo al auditorio con una hermosa disertación construida a partir de la lectura contemplativa de la historia de Rut y Noemí. En aquel acontecimiento un poco extraño y desconcertante (una familia marcada por la desgracia y una relación entre dos mujeres intergeneracional, interculutural e interreligiosa) Dios sigue demostrando que no abandona a su pueblo. La Prof. Longhitano cautivó a la sala hablando de fraternidad, y discernimiento, invitando a cuidar los odres de la colaboración recíproca entre hombres y mujeres, entre ministros, consagrados y laicos; y entre las mismas familias religiosas.
Tras un descanso, y cambiando algo el programa previsto, el claretiano Juan José Raya moderó una interesante mesa redonda en la que se interpeló al público formulando la pregunta de cómo reorganizar los odres. Para ello, participaron la Hermana María Ángeles Melero (Misionera de Nazaret), el P. Miguel Miró (Prior general de los Agustinos Recoletos) y Sor Margarita García y Sor Manuela Rubio (Hijas de la Caridad), los cuatro con una gran experiencia en procesos de reestructuración en sus institutos. La mesa captó durante hora y pico la atención de los asistentes con un interesante diálogo en el que se repasaron experiencias, expectativas, criterios y tareas pendientes. Cuestionando, en definitiva, qué odres necesitamos para ser más vitales y más santos interiormente y para servir mejor apostólicamente.
La sesión de la tarde se abrió con la esperada intervención de sor Carmen Ros, una de las primeras mujeres que ha alcanzado altas responsabilidades en la congregación vaticana dedicada a la vida consagrada (CIVCSVA). Sor Carmen, Hermana de la Consolación, disertó sobre tensiones, comunión y fidelidad a la Iglesia, urgiendo a todos los institutos a coser bien el tejido congregacional para revitalizar el carisma sin que se pierda fuerza. Especialmente interesante resultó de esta conferencia las respuestas a todo tipo de preguntas que la religiosa se mostró dispuesta a contestar.
Finalmente llegaron las conclusiones, sugerentes y encendidas, del director del Instituto, Carlos Martínez Oliveras, en las que encontró palabras para animar a todos los consagrados y consagradas del enorme salón de la Fundación Pablo VI: “A pesar de la impresión que podamos tener, seguimos teniendo muchas viñas que ofrecen abundantes racimos de uvas y que, pasadas por el lagar, siguen dando abundantes litros de vino generoso. […] Pongamos a un lado aquellos posaderos que creen que solo rezando se soluciona todo, o que piden que les dejen morir cómodamente. Estamos llamados a descubrir aquellos odres que nos permitan ser parábola de comunión en un dinamismo permanente de fidelidad a la Iglesia”.
Seguidamente, y como viene siendo habitual, la Semana tuvo su broche de oro en una cuidada celebración de la Eucaristía presidida por el Cardenal Arzobispo de Madrid, al que acompañaron en el altar el Cardenal Aquilino Bocos y el Arzobispo Castrense, D. Juan del Río. Don Carlos Osoro mostró una vez más su afecto y gratitud a la vida consagrada y la invitó a vivir con ánimo y entrega los carismas recibidos del Señor. Al final de la celebración, citando al cardenal Fernando Sebastián (muy recordado estos días), el director del ITVR, Carlos Martínez, invitó a los participantes a volver a encontrarse en la semana de Pascua de 2020 en la que, Dios mediante, se celebrará la 49ª Semana Nacional para los Institutos de Vida Consagrada.
Un año más el ambiente visible en los pasillos era de claro encuentro pascual: la Semana Nacional sigue siendo un momento bien gozoso para la vida consagrada española cuyas repercusiones superan sin duda las paredes de las salas en las que se realiza.
- Si quiere leer la crónica de apertura de la Semana Nacional de Vida Consagrada, pinche aquí