Crónica Capitular: Día 3 de agosto.

A las 10 de la mañana comenzábamos esta primera jornada del desarrollo del Capitulo provincial. Tal y como estaba previsto nos acompañaba Mons. Luis Ángel de las Heras, Obispo de Mondoñedo Ferrol y anterior provincial de Santiago que había recibido el encargo de animar esa mañana de retiro.

Ya en la sala capitular Mons. Luis Ángel, dirigió a los capitulares una jugosa reflexión sobre la “Esperanza”, encuadrándola dentro de la celebración del éste Año de la Misericordia. La alegría de nuestra vida y misión nace de estar centrados y de ser capaces de leer la realidad con fe y esperanza. Hay que tomar el pulso a la propia esperanza, ¿que nos lo impide? ¿Como afrontarlo? No son preguntas 
simples con respuestas fáciles, ¿qué estilo de esperanza debemos fomentar? Para saberlo, tenemos que volver a 
nuestros orígenes fundacionales y aquello que buscamos cuando entramos en la congregación.
No fuimos llamados a tener una vida fácil, fuimos fundados para una misión difícil y desafiante que es la de manifestar alegría del Evangelio. Por último, el ‬Capítulo debe ser Capítulo de esperanza. ‬(El texto completo se puede descargar AQUÍ).

Después de un espacio de silencio personal la mañana concluyó con la celebración de la Eucaristía que fue presidida por Mons. Luis Ángel.

Comenzamos el trabajo de la tarde con la comunicación a los miembros del capítulo de los componentes de las comisiones y responsabilidades que faltaban.
- Moderadores: P. Simón Cortina Hevia y P. Juan José Raya.
- Ayudante del secretario: P. Abel Mauricio Pino
- Comisión de redacción: PP. Antonio Bellella, Carlos Martínez Oliveras y Antonio Sánchez Orantos.

Después de la lectura de algunos mensajes al Capítulo recibidos, el secretario capitular P. José Mª Vegas, leyó el acta de la sesión de ayer que con después de algunas pequeñas matizaciones fue aprobada por unanimidad.

A continuación se inició la fase evaluativa del Capítulo. El Gobierno Provincial presentó las memorias de Gobierno y Economía que ya en el día de ayer habían sido entregadas a los capitulares. Después de la presentación se distribuyó el trabajo de estudio de las distintas partes de las memorias por grupos y se dio un tiempo para la lectura personal de las mismas con el horizonte de preparar el trabajo grupal del día siguiente.

El un segundo momento de la tarde, contamos con la presencia de dos laicos (Monserrat Jiménez Arbelo y Enrique Giménez Arnau) que nos dieron su testimonio y sus impresiones sobre lo que, desde su perspectiva de vida laical, podemos y debemos ofrecer como religiosos y claretianos a la iglesia y al mundo. Hubo un rico tiempo de diálogo que se prolongó casi hasta la cena.

Por la noche, la comisión de animación preparo un momento de encuentro fraterno en el jardín del Colegio Mayor.