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Encuentro Misionero Claretiano de Europa.
Comunicado a la Congregación
Reunidos en Bilbao, España, entre el 28 de octubre y el 3 de noviembre de 2013, convocados por la Prefectura General de Apostolado, nos dimos cita 35 personas de 9 organismos de la Conferencia europea (ECLA). Los representantes de la Provincia de Alemania lamentablemente no pudieron incorporarse al encuentro por problemas surgidos durante el viaje.
Desde el primer momento sentimos la acogida de la provincia de Euskal Herria, organizadora del encuentro, que dispuso todos los medios para que nos sintiéramos en casa, sentimiento que ha sido muy vivido durante estos días. Gracias, hermanos, por vuestras atenciones.
La variada realidad de la Congregación en Europa se ha visto reflejada en los distintos países en los que los participantes desarrollamos nuestra misión: Inglaterra, Francia, Rusia, Polonia, Bielorrusia, Italia, Portugal y España.
El objetivo del encuentro ha sido promover una reflexión sobre las prioridades evangelizadoras claretianas para Europa y las características que han de constituir nuestro estilo de vida y misión en un periodo de tiempo aproximado de 15 a 20 años, con miras tanto al próximo Capítulo General, como al proyecto misionero de ECLA.
El primer día recibimos dos reflexiones motivadoras para nuestro trabajo: una fue ofrecida por Miguel A. Velasco, Prefecto General de Apostolado, sobre la situación de la acción misionera de la Congregación y otra, muy sugerente, nos la ofreció el Superior Provincial de Euskal Herria y presidente de ECLA, Joseba Kamiruaga, sobre las perspectivas de futuro de la Congregación en nuestro continente.
Como parte de este primer momento motivador asistimos también a varias reflexiones compartidas con los participantes: el P. José Cristo Rey García Paredes presentó una síntesis de las conclusiones del Taller de Teología para la Misión de Colmenar Viejo (España) y el P. Maurizio Bevilacqua hizo una lectura de las reflexiones del P. General en su Carta Circular, “MISIONEROS”. No menos importante fue el acercamiento a la realidad de Europa desde una perspectiva social, cultural y eclesial, que nos ofreció D. Juan Rubio, director del semanario Vida Nueva.
Como Misioneros Claretianos en Europa no podemos obviar la realidad que nos desafía: vivimos en un continente marcado por un amplio secularismo, que se manifiesta en una actitud increyente vivida por amplios grupos de la población. Junto a esto, Europa se está convirtiendo en un continente donde convivimos personas de diverso origen en una mezcla multicultural y mestiza, que sin duda supone también una llamada al servicio misionero que estamos llamados a ofrecer. Asimismo es evidente que amplias capas de la población viven en condiciones de exclusión, sin posibilidad, a su pesar, de alcanzar niveles de desarrollo personal al que tienen derecho. Una desigualdad creciente se extiende en los diversos países europeos.
Todo ello, nos exige tener una mirada llena de misericordia, que nos conduce al compromiso de contribuir al progreso ético de nuestro continente. Los Misioneros Claretianos en Europa estamos llamados a responder a los desafíos del presente con una aportación singular, que brota de un estilo misionero que caracterizamos así:
1. Una Misión que nace de la acción del Espíritu en nosotros y que nos impulsa a vivir en actitud de escucha y discernimiento.
2. Una Misión que nos hace hermanos, nos exige vivir en profunda comunión y cuidar nuestra fraternidad como primera palabra misionera.
3. Una Misión compartida con los demás discípulos del Señor y con otros muchos hombres y mujeres.
4. Una Misión solidaria que se expresa singularmente en el compromiso con los pobres y excluidos.
5. Una Misión que anuncia la Palabra en diálogo, dispuesta y preparada para acudir a las fronteras existenciales, geográficas, sociales y culturales de la evangelización.
Definidas estas características, abordamos también una reflexión sobre las líneas de acción y las posiciones estratégicas que nos condujo a elaborar una propuesta ampliamente reflexionada y dialogada.
Enviamos un saludo fraterno a todos nuestros hermanos, en las comunidades en Europa, y en los demás continentes. Que nuestras palabras os transmitan ánimo para responder con generosidad a las llamadas y urgencias del mundo. Que nuestro Fundador aliente en nosotros fidelidad y audacia. Y que los Beatos Mártires continúen intercediendo por nuestra “querida Congregación”.
Unidos en el Corazón de María.
Bilbao, 3 de noviembre de 2013