Mathew Vattamattam: “No podemos responder a la llamada de Dios con un carisma domesticado o enjaulado”

“Europa vive una verdadera transformación cultural y social, una serie de cambios sin precedentes frente a los cuales nos vemos obligados a dejar atrás aquellos momentos en los que teníamos miedo a todo lo que era diferente”. Con estas palabras, el superior general de nuestra congregación, el P. Mathew Vattamattam, dispuso los corazones del nutrido grupo de misioneros de todos los gobiernos de los organismos claretianos de Europa reunidos hasta el próximo día 14 de este mes con el Gobierno General.

En su discurso de apertura, con ocasión del 175 aniversario de la fundación de nuestra Congregación, nuestro P. General proseguía advirtiendo que “nuestra tarea consiste en permanecer fieles a lo que somos y en tratar de compartir lo que hemos recibido encontrando formas de enriquecer a la Iglesia y al mundo desde nuestro carisma”. Convencido de que “este es el kairós que se nos concede para que descubramos, discernamos y diseñemos lo que Dios nos pide en este amado continente”, Vattamattam pidió “vivir este momento privilegiado que atraviesa Europa para volver a lo esencial de nuestra vida cristiana: la fe, la esperanza y el amor”. “No podemos responder de verdad a la llamada de Dios en nuestro tiempo con un carisma domesticado o enjaulado, ni buscando soluciones fuera”, animaba desde Vic, lugar donde se está manteniendo el encuentro y cuna de nuestra Congregación.

 “La cuestión de la vulnerabilidad está en el primer plano de las reflexiones de la mayoría de las congregaciones de Europa”, constataba Vattamattam al tiempo que invitaba a abrazar también “nuestra vulnerabilidad confiando en el Señor que guía nuestra Congregación”.

“No se puede ignorar a la ligera todo el espectro de cambios a los que nos enfrentamos en la Iglesia y en la Congregación. La Iglesia en Europa atraviesa un momento agudo de crisis que podría ser una ‘encrucijada de gracia’ en su historia”, y, ¿dónde encontramos la fuerza personal y como comunidad para abordar las dificultades que nos salen al encuentro? “Deberíamos buscar en la fuente de la que sacamos fuerzas para nuestro camino”, exhortaba el religioso. “Mantengámonos firmes en la verdad de nuestra vocación y actuemos conforme a ella mientras buscamos lo que el Señor nos pide en Europa”, abundaba.

“Construyendo desde el fundamento de nuestra vocación misionera y abriéndonos a la voz del Espíritu de Dios como elemento central de nuestra vida hallaremos el brote de nuevas vocaciones, la revisión audaz de posiciones y la seguridad de transitar de manera significativa nuevos caminos en la misión”, concluyó el padre general de nuestra Congregación.