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La revista Vida Religiosa cumple setenta y cinco años

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Cumplir 75 años es tener un pie en el umbral de un cambio. En nuestras sociedades actuales se ha venido a llamar ‘la cuarta edad’, y se caracteriza, entre otras cosas, por una tendencia fuerte a la poca adaptabilidad. No es el caso de la Revista Vida Religiosa, que ha llegado a los 75 bombeando vida en las mil páginas escritas que deja cada año, posicionándose como una voz de referencia para las 8000 comunidades que la reciben puntualmente, sabiendo estar siempre a la altura de cada momento eclesial y social. Ya son todos ellos motivos de sobra para celebrar este largo camino recorrido, y así los misioneros al frente de esta veterana publicación propusieron hacer un alto, reunirnos y dar las gracias. Para ello se dieron cita los consagrados de Madrid, abarrotando el salón de actos de Amor de Dios o siguiendo sus tres días de charlas y conferencias a través de la web de la revista en su retransmisión on-line.

Bajo el título ‘Presente, pasado y porvenir. Sueños y diseños en construcción’, se escogió una muestra de conferenciantes que resultó muy significativa del momento actual de los consagrados. En palabras de su actual director, el P. Luis Alberto Gonzalo Díez “todos ellos publican o han publicado con regularidad en nuestra revista y son personas que tienen algo que decir, con una cualificación excepcional, con un testimonio, ciertamente creativo y propositivo, gran conocimiento de la realidad, solvencia académica y mirada evangélica”.

De tal forma, el viernes 1 de marzo, comenzó el simposio con un recorrido por la historia de la revista que ofreció el P. Aquilino Bocos, director de la revista en la década de los 70 y hoy cardenal de la Iglesia. “La revista Vida Religiosa es la revista de la vida consagrada”, enunció en esta primera conferencia de la tarde. “Nació con un objetivo claro, informar y formar para vivir con gozo la vocación a la que hemos sido llamados”. En efecto, el P. Bocos continúo leyendo el editorial del primer número, allá por 1944, siendo el P. Tabera –luego cardenal– su primer director. Nos pudimos asomar al nacimiento de una revista con vocación de Iglesia que ya entonces reafirmaba su servicio. Al finalizar la lectura, el cardenal Bocos afirmó que “este editorial podría haberse escrito esta misma mañana”. Seguidamente, fue desgranando algunos hitos en el itinerario de la revista, subrayando especialmente la labor de Vida Religiosa en el postconcilio, “acompañando y proponiendo líneas de renovación en el camino de transformación personal e institucional”. Otro momento importante al que quiso dar importancia el conferenciante fue el nacimiento del Instituto Teológico de Vida Religiosa, la editorial Publicaciones Claretianas y la Escuela Regina Apostolorum, y cómo para todas estas obras la revista se convirtió en el órgano de expresión de las inquietudes y propuestas que en sus aulas o libros se iban dejando ver. Cerraron la tarde Nuria M. Gayol y José Tolentino de Mendonça, inscribiendo sus ponencias en torno a propuestas vivas, posibles y nuevas a una vida consagrada que está creando su respuesta a este siglo. Especialmente sugerente resultó la conferencia del poeta y bibliotcario de la Santa Sede, en la que incidió en la necesidad de integrar los sentidos en el rasgo profético propio de los consagrados. ““¿No ha llegado el momento de comprender mejor lo que une sentidos y sentido?”, finalizó el obispo portugués.

El segundo día comenzó con una llamada a no huir de la realidad que se presenta con posibilidades y también con sombras. Juan María González-Anleo, laico y reputado sociólogo, nos ofreció el análisis de la realidad, la verdad de nuestra historia y también dejó entrever las posibilidades del mañana. Después tuvo lugar la conferencia del P. José Cristo Rey García Paredes, claretiano y director de la revista entre los años 1985 y 1991. El misionero advirtió que la Revista Vida Religiosa “sin la vida consagrada y todas sus formas sería papel que se tira a la papelera. La revista Vida Religiosa necesita que los religiosos vivan y muestren que existe un excedente, es decir, algo por venir que dé forma a nuestros sueños y utopías”. Seguidamente, hilvanó un discurso lleno de llamadas no siempre fáciles de responder. Fueron varios los interrogantes que exigen respuestas en las razones primeras de esta vocación, un ejercicio que el experto conferenciante manejaba siempre en tono positivo, iluminador. Pero también fueron muchas las llamadas a frecuentar el futuro desde puntos de vista muy diversos: vida consagrada deseante, intuitiva, innovadora. Una vida consagrada que genere nuevos espacios de vida. “El gran desafío no es el crecimiento de sus números, sino el dar un enérgico impulso en la pasión por Dios y por el futuro que Dios nos quiere ofrecer en medio de una cultura que cree que Dios no es necesario”, dijo el misionero al borde de finalizar su charla. Antes de acabar la mañana tuvo lugar el turno de José Mª Rodríguez Olaizola. Su faceta de escritor, de comunicador y de religioso jesuita se conjugaron en una conferencia de poco más de una hora, que situó en la llamada a “traducir el Evangelio a la gente de hoy”. Por ello, incidió en la idea de configurar un nuevo relato “donde nuestras palabras no estén gastadas”. Otra manera de contar la Palabra, introduciendo más flexibilidad que se note no solo en las normas y pautas externas, sino, sobre todo, cuando nos asomemos al interior.

El primer plato fuerte de la sesión vespertina vino con la presencia del Secretario General de la Unión de Superiores Generales, Emili Turú. El marista es una de las voces más carismáticas de la vida religiosa, y su charla no dejó indiferente a nadie. Lanzó preguntas concisas que cuestionaron las estructuras que soportan a toda la vida consagrada, abogando por la innovación y un cambio de sistema más abierto y permeable, ya que a su juicio: “en nuestro contexto hay frecuentemente exceso de identidad”. Más tarde tuvo lugar la experiencia en primera persona del Arzobispo de Tánger, Santiago Agrelo, con su una reflexión que llevaba por título ‘En la liturgia de la humanidad migrante: hacia otra configuración de nuestra espiritualidad’. El religioso franciscano sabe bien de descartados. "Europa y Marruecos se han puesto de acuerdo, y ha comenzado una verdadera caza al emigrante. Los emigrantes están refugiados en el atrio de la catedral, donde la policía no entra", denunció el arzobispo español.
 
Finalmente, el domingo, se dio por concluido el simposio con las conferencias del Cardenal Maradiaga y de Mons. Silvio Báez, obispo auxiliar de Managua. El primero de ellos, arzobispo de Tegucigalpa, quiso hablar de la reorganización en la vida consagrada, apostando por un nuevo estilo de comunidad. El cual no sería posible si perdiéramos de vista la llamada a la santidad, y sobre esta idea pivotó todo su discurso “La vitalidad del Evangelio es el fulcro del que partir para la renovación y no todo lo demás, que puede obnubilarnos”. De esta forma Rodríguez Maradiaga propuso a los religiosos trabajar en misión compartida, promoviendo la corresponsabilidad de los seglares”. Por su parte, Mons Báez centró su charla en cómo la vida consagrada adquiere luz en el compromiso, allí dónde el pueblo se la juega, en medio de la calle, en la vida. El religioso carmelita forma parte de los defensores del diálogo que buscan tender puentes en una Nicaragua que se rompe. “Yo me presento como creyente, discípulo y pastor de una Iglesia que ha estado muy dentro de un conflicto que ha dejado un gran número de víctimas, y que no parece encontrar horizonte de solución. Y también soy parte de una Iglesia que sigue apostando por el diálogo. Y a pesar de que las estadísticas parecen negar lo que nosotros continuamos afirmando con fuerza, seguiremos apostando por la paz”, afirmó.
 

 

BREVE HISTORIA DE LA REVISTA

Hace ya más de cien años algunos claretianos sugirieron a Arcadio Larraona, que más tarde pasaría a formar parte del colegio cardenalicio, la puesta en marcha de una revista dedicada a la vida religiosa. El proyecto toma una primera forma en 1920, cuando comienza a ver la luz la publicación Commentarium pro religiosis, que sigue siendo hoy editada por la comunidad claretiana del Instituto Jurídico de Roma. Será dos décadas después, al comienzo de los años cuarenta, cuando la Congregación se lanza a dar a luz una publicación algo distinta, dedicada también a la vida consagrada: Vida Religiosa, que como queda ya claro en sus primeras páginas de 1944 nace como 'revista hispanoamericana para las comunidades religiosas'.

Con el paso de los años Vida Religiosa llega ordinariamente a cerca de noventa naciones del mundo, pero conserva una fuerte impronta hispano-americana que la ha convertido en todo un referente para la vida consagrada que habla y reza en castellano y desde ella para los religiosos de otras latitudes y culturas. En bastantes momentos de las últimas décadas la revista ha tenido tantos suscriptores en España como en América Latina y ha prestado siempre sus páginas a las voces de autores de ambas orillas del Atlántico. Ello permitió durante décadas que la experiencia de las Iglesias alentadas por las conferencias de Medellín, Puebla, Santo Domingo y Aparecida enriquecieran a la vida consagrada europea y que la reflexión de esta y de sus autores llegara también a las comunidades del sur, centro y norte de América.

Es muy difícil escribir la historia de la vida consagrada del postconcilio sin hablar de la revista Vida Religiosa. Firmas como las del cardenal Pironio, el P. Pedro Arrupe, J. M. Tillard, Víctor Codina o Basilio Rueda fueron muy habituales en sus páginas. Los profesores de los institutos de teología de la vida consagrada (Severino-María Alonso, José Cristo Rey García, Jesús Álvarez, Aquilino Bocos...) publicaron en ella cientos de trabajos. La revista difundió año tras año, en tiempos no fáciles para muchas iglesias locales, el magisterio de los papas sobre la vida consagrada y puso voz a las conferencias de religiosos (Confer, Clar, Ucesm...) y a las uniones de superiores y superioras generales. Muchas personas conservan aún como 'oro molido' sus monográficos dedicados a pulsar la palabra de los teólogos de los diversos continentes (asiáticos, latinoamericanos, europeos...) sobre la vida consagrada o sus monográficos sobre los votos o los sínodos continentales.

Vida Religiosa superó muy bien los tortuosos últimos años del siglo XX y ha entrado en el XXI renovando su maquetación y tipografía, aumentando el número de voces femeninas y profundizando en sus más genuinos signos de identidad: tratar de construir, ayudar en el camino y fomentar el encuentro intercultural, intergeneracional, intercongregacional, al servicio del Reino y de una pertenencia cada vez más gozosa y responsable a la Iglesia. Las palabras de aliento y felicitación enviadas por el Papa Francisco a la revista en su 75 aniversario prolongan las enviadas en otros momentos por Pablo VI, Juan Pablo II y otros muchos pastores de la Iglesia.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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