CELEBRACIONES CLARETIANAS EN GIJÓN. Clausura del bicentenario del nacimiento del P. Claret y del 150 aniversario de su presencia en Gijón

En sus viajes incansables, San Antonio María Claret estuvo en Gijón en 1858. Los Misioneros Claretianos estamos allí desde 1922: cuatro Misioneros Hermanos y catorce Presbíteros, junto a decenas de laicos, atienden un colegio y una parroquia encomendados al Corazón de María.

El pasado 24 de octubre, al igual que en otras posiciones claretianas, el colegio Corazón de María de Gijón ponía fin a un año muy especial. Especial en Gijón por un doble motivo, porque hemos celebrado el bicentenario del nacimiento del P. Claret, y también conmemorado el 150 aniversario de su presencia en la ciudad en agosto de 1858, donde estuvo acompañando a la Reina Isabel II y al resto de la Familia Real. Diversos actos a lo largo del curso pasado y al comienzo de éste, dentro y fuera del colegio, ayudaron a significar, como se merecen, tales efemérides: charlas, conciertos, juegos, propuestas educativas y pastorales, seguimiento por los medios de comunicación… pero quizá dos grandes momentos han marcado la conmemoración.

En mayo

Por un lado la peregrinación de más de mil seiscientas personas (alumnos de todas las edades, padres y madres de familia, profesores y personal del Colegio) al Santuario de Covadonga, donde a la entrada de la Cueva de la Santina una placa recuerda la presencia del P. Claret en 1858. Tras un primer intento de peregrinar todos a la vez, frustrado por la lluvia, el viaje pudo hacerse en tres momentos diferentes del mes de mayo que dejaron un sabroso recuerdo en todos los participantes.

En octubre

Ahora, alrededor de la fiesta litúrgica de Claret, la Parroquia ha celebrado un Triduo y el Colegio una Semana Misionera notoriamente reseñada en la prensa local, que ha destacado sobre todo tres actividades:

La primera, el descuelgue, a cargo de una empresa especializada en acrobacias verticales, de la gran lona de 70 m2 que ha cubierto la fachada principal del colegio con el cartel oficial del Bicentenario durante todo el año. Presenciaron el acto, desde el parque que está enfrente del centro, todos los alumnos del Colegio acompañados por un buen número de padres y transeúntes que se unieron a los cantos y al manifiesto final del aniversario.

La segunda, la gymkhana organizada por los alumnos de Bachillerato para sus compañeros de 1º y 2º de Secundaria por los lugares claretianos de Gijón. Una bonita actividad lúdico-formativa con pruebas físicas y de destreza, además de preguntas, que puso en la calle a más de cuatrocientos alumnos por el casco antiguo de la ciudad.

La tercera, las celebraciones que tuvieron como escenario el templo parroquial de San Pedro, la iglesia mayor de Gijón, donde el P. Claret celebró varias veces la eucaristía y predicó unos ejercicios espirituales al clero gijonés en 1858, con la participación de todos nuestros alumnos mayores de diez años. Celebraciones bonitas y cargadas del recuerdo de la presencia de nuestro P. Fundador en aquel lugar, pero sobretodo llenas de esperanza e ilusión en un futuro: que Dios sea conocido, alabado, servido y amado por todos.

Balance del año

Hacemos un balance muy positivo de las celebraciones de este año y de estos últimos meses en general. La figura del P. Claret ha sido más y mejor conocida por la comunidad educativa y por los vecinos de Gijón en general; y también, más novedoso quizá para todos, hemos podido seguir las huellas del santo en nuestra ciudad y en Asturias. Viendo y entendiendo lo que pudo hacer en tan pocos días en esta tierra comprendemos mejor la fuerza e intensidad de su trabajo apostólico. Agradecidos y satisfechos, ahora sólo nos queda pensar en la próxima efeméride claretiana.