La III Caravana por la Ecología Integral cruza Europa solicitando un cambio en nuestros modelos de consumo

Hasta el próximo 11 de octubre, la III Caravana por la Ecología Integral mantendrá el recorrido que había previsto por diversas diócesis de países del Viejo Continente: Francia, Bélgica -donde visitaron las instituciones europeas-, Italia y el Vaticano, Austria y Alemania. Compuesta por nueve integrantes venidos de distintos países de América Latina, su paso por España comenzó a finales del mes de septiembre, donde inició, desde la capital, una dura denuncia que busca calar en nuestras conciencias, alertándonos de que “los territorios de nuestros países de origen se están viendo amenazados y hay comunidades indígenas que han dejado de existir”. La razón es clara y bien conocida por todos: la intervención de empresas de este primer mundo en la extracción de litio y otros minerales necesarios para las baterías de coches eléctricos o placas fotovoltaicas en la transición ecológica. “La transformación energética que apoyáis no es la solución al cuidado del medio ambiente y la casa común, es su destrucción”, exponen.

“Nosotros no venimos a conmoveros con nuestras historias”, explica Joan Jara, una catequista y activista chilena ligada a diversos entornos de nuestra Congregación en países del Cono Sur. “Nuestra intención es movilizaros”, completa. “Necesitamos de ustedes para promover alianzas que repercutan en la mejora de nuestras sociedades”.

“El Banco Mundial ha previsto que de aquí al 2050 se invertirá hasta un 500% más en energías renovables, las cuales dependen de la importación del litio y otros minerales”, detalla Marta Isabel González, responsable de comunicación de la alianza ‘Enlázate por la Justicia’, una alianza formada por Cáritas, la Conferencia Española de Institutos Seculares, Conferencia Española de Religiosos, Justicia y Paz, Manos Unidas y la Red de Entidades para el Desarrollo Solidario (REDES), esta última representada desde hace ya un tiempo por el misionero Miguel Tombilla, presidente de nuestra oenegé, PROCLADE. “Y este es el debate que trae esta caravana”, prosigue la periodista. “Si no llega a ser por la presencia aquí de estas nueve personas, y de otras muchas voces de entorno de Iglesia en América Latina principalmente, no nos plantearíamos repensar nuestras formas de consumo”, explica. “Palabras como ‘verde’, ‘sostenible’ o ‘ecológico’ tienen muchísima fuerza en nuestro mundo desarrollado, y casi parece que nos animan a consumir ‘igual pero de otra manera’”. “Han conseguido hacernos creer que comprándonos un coche eléctrico o levantando molinos o placas fotovoltaicas en la España vaciada hemos renovado nuestro compromiso en la preservación del medio ambiente”, lamentan desde la Caravana por la Ecología Integral.

“La conversión ecológica no puede pensarse desde el consumo, sino desde la sobriedad”, plantea Guilherme Cavalli, activista brasileño afincado en Alemania, tripulante también de esta Caravana y viejo conocido de esta provincia claretiana: “Tenemos una economía que tiene en la naturaleza de los países más pobres una fuente de saqueo”, argumenta. “Por favor, no sigamos acelerando hacia un ritmo de consumo que nos impone este modelo económico y comencemos a plantear las estructuras de relación económica, ecológica, interhumana y con la naturaleza también”, finaliza.