I Taller de Aprendizaje del Uso de Herramientas Audiovisuales. Once misioneros de cierta edad vuelven a clase

La clase era la de siempre, una del Colegio Claret de Madrid. Las mesas y los ordenadores, también. Los alumnos no eran los habituales; nada de camisetas de colores, deportivas, pulseras y mochilas.

Cada alumno se sentó ante un ordenador, el mayor ya ha cumplido 80 años, el más joven se acerca a los 50. Son once. Deben tener interés; dos han hecho más de trescientos kilómetros. Todos han sacrificado algunas de las pocas horas de descanso que tienen a la semana.

La convocatoria ha sido un éxito. Once hermanos de Provincia respondieron a la propuesta del Secretariado de Medios y Nuevas Tecnologías, que organizaba su I Taller para el Uso de Herramientas Audiovisuales. La propaganda llegó hace un par de meses a las comunidades; el Taller pretendía tres cosas: (i) ayudar a conocer las posibilidades pastorales que presentan los medios y canales tecnológicos; (ii) facilitar de adquisición de algunas habilidades básicas en el manejo de herramientas audiovisuales; (iii) que los asistentes se introduzcan en el uso del power point, las presentaciones multimedia y los vídeos. En una sesión de hora y media y un par de sesiones de dos se cumplió el objetivo. Los alumnos se llevaron, además, algunos materiales para seguir ampliando conocimientos en casa.

De la familia han sido también los profesores. Jesús A. Centeno, coordinador del Secretariado, Juan José Raya, Prefecto de Apostolado, y Fernando Prado, Director de Publicaciones Claretianas, supieron enmarcar los contenidos y no limitarse a decir qué tecla había que pulsar.

La experiencia ha merecido la pena. Será muy bueno que otros hermanos, y también algunos seglares ligados con nuestras posiciones evangelizadoras, se animen a participar en sucesivas ediciones. El Secretariado completa con esta iniciativa las demás, silenciosas en su mayoría, que ofrece a la Provincia. Ahí están el paciente asesoramiento técnico prestado en muchas ocasiones, el mantenimiento de Ciudad Redonda y de otras páginas ligadas con la vida provincial, la colaboración con bastantes parroquias e instituciones que se van abriendo paso en estos mundos.

Por algo hay que empezar. El intento ha merecido la pena.