Nuestra provincia, con la Iglesia, por el cierre de los CIE

Aunque algunos obispos, a título personal, ya habían reclamado el cierre de los centros de internamiento para extranjeros (CIE), fue en la Jornada Mundial del Migrante y el Refugiado de hace tres años cuando los prelados españoles, en un mensaje episcopal conjunto, urgieron al Ejecutivo a clausurar estos centros. De esta forma, la conferencia de obispos españoles puso sobre el tapete las malas condiciones de los CIEs y el uso excesivo e indiscriminado de la reclusión de personas por un delito administrativo, el de venir a nuestro país sin la documentación en regla.

Con aquel texto nuestros pastores también dieron respaldo a todas aquellas otras iniciativas de inspiración cristiana que desde siempre han alzado la voz para frenar estos encierros. Hoy, toda la Iglesia Católica en España es favorable al cierre de los CIE, pues en la práctica son “cárceles opacas y lugares de sufrimiento”, y así lo denuncia la conferencia española de religiosos (CONFER) a través de su consejo asesor de migraciones en una nota de prensa difundida en la mañana de hoy, que es el día internacional por el cierre de estos centros.

Distintas órdenes y congregaciones llevan años trabajando en pro de los internos que ven pasar los días y las semanas presos en estos espacios donde se vulneran los derechos de las personas. Así, el Servicio Jesuita para Migrantes, el Observatorio Samba Martine, de los religiosos dominicos, o la Asociación Karibú, de los Padres Mercedarios, son ejemplos de algunas entidades con presencia en los CIEs. Nuestra provincia claretiana, a través del secretariado de Solidaridad y Misión, también se suma a la denuncia de esta falta absoluta de garantías para los retenidos: “Estos centros de internamiento para extranjeros ya han dejado de ser algo oculto y han salido a la luz como lugares de violación de derechos. La Iglesia está presente de muchas maneras en estos lugares, y esta provincia también quiere sumarse aportando uno de sus grandes tesoros, la defensa de los más vulnerables”, incide el claretiano Miguel Tombilla. “Realmente estos centros no dejan de ser cárceles en las que se priva de libertad a seres humanos por no tener papeles”, lamenta.

En el año 2020 fueron internadas en los CIE un total de 2.224 personas, de las cuales 16 eran mujeres. El 75% de las personas que fueron llevadas a un CIE lo hicieron tras haber llegado a través de embarcaciones a la costa española. Se identificaron a 42 niños menores de edad que fueron detenidos en contra de la normativa. En 2021, las cifras son parecidas al año anterior. Un 23% del total de repatriaciones forzosas realizadas en España fueron ejecutadas desde un CIE. De ellas, el 75% afectaron a magrebíes. De todo ello sabe dar buena cuenta el claretiano de la provincia de Fátima, Juan Antonio Benítez, a quien agradecemos que su misión le impulse a comprometerse con hombres y mujeres que sufren estas situaciones, fruto, sin duda, de estructuras estatales de injusticia. Benítez los acompaña desde la capellanía que el centro de internamiento de las Islas Canarias, donde reside, mantiene abierta. “Por desgracia, la Ley de Extranjería es profundamente inhumana, y cuando voy a visitar los CIEs solo me encuentro angustia”, nos contaba en el programa ‘Viaje en globo’ del pasado mes de octubre. “Los migrantes saben que van a ser deportados, -continuaba entonces-, y por ello, el sentimiento que se expande en los centros es el de angustia, el de los reclusos que no dejan de pensar en las ilusiones rotas de sus familias, que desde su país, pensaron que tenía una oportunidad para vivir una vida mejor”. El claretiano advertía así del día a día que viven los internos, que dicen no entender por qué están encarcelados. “Quien sea consciente de esto puede imaginarse hasta qué punto puede cundir la desolación en un CIE”, redundaba el religioso en aquella entrevista. Y es que el encierro en los CIE supone una ruptura de los proyectos migratorios de las personas que salen en búsqueda de protección y de un futuro.

“Nuestra respuesta debe ser la de la acogida, acabando con las fronteras interiores, invisibles e injustas que son sostenidas en discursos discriminatorios y cristalizadas en prácticas administrativas y sociales”, señalan desde la CONFER. Por su parte, Miguel Tombilla advierte de que “probablemente el reto de la migración sea una de las realidades más urgentes de nuestro tiempo, y el secretariado de Solidaridad y Misión de esta provincia quiere unirse a la lucha a favor de la prevención de los derechos de los más vulnerables”. “Es una vergüenza que en nuestro país se someta a una persona a un encierro en un régimen carcelario y policial simplemente por cometer una irregularidad administrativa”, concluye.