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Todo a punto para la fiesta de Claret
El próximo día 24 de octubre será un día de fiesta. A los claretianos se les unirá toda la Iglesia, que recordará en este día al fundador de los Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María y de las demás instituciones de la Familia Claretiana. Las iglesias y parroquias de la Provincia de Santiago ya se preparan para celebrarlo con sus fieles, como cada año, durante los tres días de celebración del triduo del P. Claret. También la Fundación PROCLADE, que como en otras ocasiones, ha planeado ofrecer charlas de sensibilización o actividades deportivas con distintos colegios de la Provincia. En estos, además, no faltará la tradicional eucaristía y distintos momentos de encuentro. Por su parte, los Colegios Mayores celebrarán también la fiesta con algún acto especial.
Serán momentos de emociones intensas, de agradecimiento hondo, de fidelidad compartida. El día en que recordamos la vida del hombre de fuego, del misionero ardiente que peregrinó por el mundo encendiendo a todas las gentes en el divino amor; también del enamorado de María, “su todo después de Jesús”, como él mismo escribió. Hacer memoria agradecida de la vida de san Antonio María Claret siempre es un motivo de alegría. En nuestro caso, será triple alegría.
No solo por la fiesta de Claret. También lo será por la renovación de votos temporales de tres estudiantes claretianos, justo el día anterior. Jóvenes que volverán a renovar su fidelidad a la herencia recibida, su compromiso de seguir a Jesús más de cerca. Ellos, de dos continentes distintos, renovarán su profesión en una de las capillas del centro formativo intercultural de Colmenar Viejo, en una eucaristía presidida por el superior provincial, Pedro Belderrain. Los cerca de cuarenta claretianos que viven en Colmenar se unirán a la celebración y desde sus comunidades serán otros muchos los que les encomienden. A ellos se unirá en la distancia Jorge Ruiz, miembro hasta agosto de esa comunidad, que realiza en Cuba una experiencia misionera y renovará allí sus votos. Todos los jóvenes profesos se comprometen con un sí a la Congregación, que es ahondar en su ser testigos-mensajeros de la alegría del evangelio, propagando el sueño de Claret.
Pero la fiesta tiene todavía otra razón de categoría. El H. Matías Prieto, que reside ahora en la Comunidad Asistencial de Colmenar, hizo su primera profesión religiosa el 23 de octubre de 1943. ¡Han pasado setenta y cinco años, como también celebró en Aranda de Duero hace un par de semanas el P. Antonio Gil Guedán! Celebramos, pues, la vida: 75 años de entrega, recibiendo gracias y bendiciones de Dios que bien merecen un recuerdo especial y también volver con nuestros hermanos la vista atrás, para contemplar el camino marcado por las huellas misioneras de tantos años de servicio a la Iglesia.
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Hacer memoria de Antonio Gil es mirar a África, donde en el año 1952 fundó el primer seminario claretiano del continente negro; y allí, la primera Iglesia a san Antonio María Claret, recién canonizado. Hoy, algún obispo y otros rectores y formadores de los seminarios claretianos de Guinea fueron los primeros postulantes de la Congregación en África.
Por su parte, Matías Prieto ha vivido fielmente su vocación de hermano misionero entregándose al servicio de la comunidad en las labores más urgentes, allí donde hiciera más falta. Estuvo 46 años llevando la cocina del comedor del colegio Claret de Madrid, a la vez que se ofrecía a trasladar con un pequeño autobús a alumnos o a sus hermanos de su comunidad. Siempre ha vivido con una profunda conciencia congregacional su ser misionero, y quiso dejar grabado en este pequeño video su llamada vocacional, su trabajo y su palabra silenciosa.
