ENCUENTRO INTERCENTROS JUVENILES

Los días 10 y 11 de Febrero se reunieron en Los Molinos (Madrid) jovenes de los Centros Juveniles de la Provincia de Santiago. Hablar de Centro Juvenil Claret es hablar de ti, de tu testimonio, tu compromiso, tu anuncio y tu ilusión. El Centro eres tú, el centro somos todos. ¡Adelante, caminamos contigo!

CUENTO

Existió una vez un lugar en el que todos los hombres estaban sentados en cómodas sillas y magníficos sillones. Nacían sentados, vivían sentados y morían sentados. La vida en aquel lugar, evidentemente, era muy cómoda, pero -como suele pasar la mayoría de las veces que aparece la comodidad- ninguno de los habitantes de este plácido lugar era feliz.

Una mañana cualquiera, de un día cualquiera, un hombre se levantó y se puso en camino. No se limitó a caminar, sino que empezó a animar a todos sus vecinos a que hicieran lo mismo . ¡Levántate!, ¡Levantaos! Y, poco a poco, los más atrevidos, comenzaron a caminar.

Lo más sorprendente al comenzar a caminar fue que se produjo el encuentro entre los hombres de aquel lugar. El encuentro transformaba, ilusionaba y sorprendentemente ¡ayudaba a caminar! Los más pesimistas -seguían sentados en sus cómodas sillas y sillones- pensaban que pronto se cansarían de estos encuentros, pero no fue así. Aquellos hombres y mujeres tuvieron la suficiente imaginación y creatividad para conseguir que cada encuentro fuera pura Novedad. Consiguieron convertir lo ordinario en algo extraordinario.

Eran felices. Jamás se hubieran podido imaginar que levantarse de su comodidad, ponerse en camino y dedicar tiempo para compartir sueños, ilusiones, juegos, risas, inquietudes, problemas, consejos…. con los demás les iba a producir tanta felicidad. Sólo en el simple y milagroso encuentro con “el otro” empezaron a encontrar respuestas a sus inquietudes y problemas.

Todo iba bien pero faltaba un paso más. Aquel primer hombre que se atrevió a caminar cayó rendido, pero esto no fue un fracaso. Al caer al suelo pudo mirar al cielo y entonces… comenzó a orar. Y todo volvió a empezar, al orar pudo de nuevo ponerse a caminar.

Con la misma fuerza y esperanza con la que animó al resto de los hombres a caminar también les animó a orar….

Aquellos que seguían sentados les miraban sorprendidos, incomprensiblemente comprobaban perplejos que aquellos jóvenes eran realmente felices. Ese día comenzó el centro juvenil.

Pasaron los días, pasaron los meses, pasaron los años…… y vió Dios que era bueno.

Un día un hombre especial se puso a caminar. Confiaba en el encuentro, en la novedad y en la oración, pero le quiso dar un carisma especial. Ya sabéis: un color distinto, un matiz original, un toque de artista…

Apostó por la lucha. Estaba convencido de que otro mundo era posible, que había cosas que se podían cambiar, estructuras injustas que podían caer… y comenzó a luchar; pronto supo que esta lucha no tenía sentido si no era con amor y desde el amor y así dió sentido a su batalla “El amor de Cristo me urge, me empuja, me anima”.

Era todo un reto, pero tenía claro que los retos era lo que daban sentido a su vida. Un reto difícil pero lo afrontó con calma y con esperanza. Pronto supo que él sólo no podía y se agarró con fuerza al Evangelio y así el Evangelio fue su arma para luchar, el manantial para beber y la brújula para avanzar. Su gran reto iba a ser anunciar el Evangelio a todo el mundo.

Este hombre era Claret y ese es nuestro carisma. Pero faltabas tú.

Hablar de Centro Juvenil Claret es hablar de ti, de tu testimonio, tu compromiso, tu anuncio y tu ilusión. El Centro eres tú, el centro somos todos. ¡Adelante, caminamos contigo!

Encuentro Intercentros 2007

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