El EPAP cimienta el sueño compartido de la pastoral provincial

Con el fin de construir un proyecto comunitario de misión, esta semana, a las puertas de celebrar Pentecostés, el Equipo Provincial de Animación Pastoral (EPAP) ha puesto a disposición de la comunidad de responsables y agentes de la pastoral infantil juvenil vocacional (PIJV) unos materiales que encaminen el sueño de renovación pastoral que “reavive el don de Dios recibido” (2º Tim 1,6). 

Unos materiales -preciosamente maquetados, a la par que fáciles de imprimir y compartir- que son prolongación de aquel diálogo alumbrado conjuntamente el pasado 28 de enero en Colmenar Viejo, en el que fue el último encuentro de responsable de PIJV. Desde ahí, desde el fruto de aquellos días y el aporte que supuso para la mejor reflexión acerca de cómo han sido recibidas las orientaciones del IV Capítulo Provincial, los pastoralistas de esta provincia han pedido a los misioneros Adolfo Lamata, Gonzalo Fernández y Luis Ángel de las Heras sendas reflexiones que, presentadas por un hermoso texto de Antonio Sánchez Orantos, iluminen el fin de curso de los agentes y responsables de PIJV locales.

Desde la identidad

“La misión con los niños, adolescentes y jóvenes es la que origina y está en el origen de la comunidad de agentes y responsables”, comienza el primer texto escrito por el superior mayor de los claretianos de Santiago, el P. Lamata, que centra su escrito y posterior propuesta de trabajo en la identidad. Un conjunto de rasgos propios que hunden sus raíces en Cristo, desde el cual, “podremos después movernos libres y audaces para anunciar el evangelio”.

Para el superior provincial, “si queremos evangelizar de verdad nuestra sociedad hemos de recuperar y reinventar el discurso de la cordialidad”, único en su capacidad de amigar a los enemistados. “La transmisión del Evangelio a los niños y jóvenes pasa por facilitar claves de una autentica experiencia de Jesucristo y del Dios que es amor”.

En comunidad

Seguidamente, el director editorial de Publicaciones Claretianas, el P. Gonzalo Fernández Sanz, centra su reflexión en la comunidad, aquella que “sueña con una pastoral que engendra relaciones de fraternidad entre sus miembros”. Y es que “los soñadores no son personas ilusas”, recalca. Antes bien, “son aquellos que perciben el sufrimiento con más nitidez que la mayoría, pero no sucumben ni a la resignación ni a la indignación”. Así, en este sentido, el misionero exhorta a “acoger el sueño de Dios para cada uno de nosotros y nuestras comunidades”. “Es el único modo de agradecer lo que somos, de tomar conciencia de nuestras limitaciones y enfermedades sin hundirnos y de abrirnos a un futuro esperanzador”.  

En misión

Por último, el obispo de la diócesis de León, Mons. Luis Ángel de las Heras, fija la exposición de sus ideas en torno a una actitud, la propiamente misionera, pues “solamente así abrirá espacios de experiencia de Dios, acompañará procesos de maduración en la fe y proyectos de vida y conseguirá lenguajes nuevos y acciones creativas que posibiliten grupos e instituciones con estilos de vida evangélicos”.

Para el prelado, “la comunidad de responsables y agentes de la PIJV en la actualidad estará formada por un ‘nosotros misionero’ que habrá que seguir actualizando para dar frutos de espiritualidad apostólica, filiación, fraternidad y esperanza […] En definitiva, fuego misionero y ascuas que vuelven a encenderse”.

El religioso exhorta a que “sea nuestra vida y misión un signo vivo de la presencia del Señor”, advirtiendo a la vez que “será siempre necesario volcar la novedad de la propuesta cristiana en odres nuevos para nuestro tiempo y circunstancias particulares”. “Establezcamos puentes que transmitan con fidelidad al Dios de Jesucristo, tantas veces desconocido o mal conocido en nuestros entornos”. Consecuentemente, para De las Heras, “solo ese ‘nosotros misionero’ podrá poner a dialogar la riqueza recibida con todas las realidades humanas que están en pie en nuestros días”.

Finalmente, el que fuera superior mayor de esta provincia, anima a abordar “el mayor reto posible para nuestra generación: la transmisión autentica de la fe”, don facilitador de vida que “nos dispone a convivir en clave evangélica con distintas realidades existenciales” y “nos orienta a la misericordia de Dios”. Desde estas coordenadas, “el ‘nosotros misionero’ que soñamos podrá vivir apasionadamente el carisma de fuego y misión heredado de san Antonio María Claret”.

Caminando hacia el próximo encuentro  

En estos materiales, a cada texto de reflexión le sigue uno de trabajo en grupos formulados en base a diversos interrogantes. Los pastoralistas encargados de difundir este trabajo proponen a cada posición pastoral que los ecos de lo compartido en las respuestas sean los cimientos sobre los que vertebrar el próximo encuentro de agentes y responsables de PIJV que será celebrado en Los Molinos los próximos 22, 23 y 24 de septiembre de este año. Así, la pregunta fundamental versará en torno a las conclusiones alcanzadas por cada grupo local tras trabajar los materiales propuestos.