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Denís Malov, en su ordenación diaconal: “No quiero ser otra cosa que un servidor de la alegría”
A las 11 de la mañana del pasado domingo 19 de marzo, fiesta de san José, el obispo auxiliar de la diócesis de la Madre de Dios en Moscú, Nikolai Dubinin, ordenó como diácono a nuestro hermano Denís Malov. El joven claretiano, al término de la celebración quiso resaltar de la ordenación celebrada “el estilo de san José, hombre que supo atender con cariño a la Palabra hecha carne”. “No quiero ser otra cosa que un servidor de la alegría por el Cristo-entre-nosotros, un testigo del amor de Cristo”, resumió.
Así, en una espléndida mañana soleada, el prelado presidió una ceremonia que, aunque larga, gustó mucho al numeroso grupo de fieles que acompañaron a Malov, entre los que se encontraba la comunidad claretiana de San Petersburgo. En la homilía, Mons. Dubinin recordó la función del diácono en la Iglesia, e instó a los parroquianos a seguir orando por el recién ordenado. Por su parte, Denis pidió a todos los presentes prolongar la alegría poniendo en el centro “al verdadero motivo de esta fiesta, el Espíritu Santo, el providente, que con su gracia misteriosa e inescrutable no cesa de rodearnos de signos de su amor a los que sólo podemos responder con una gratitud sin límite”.
Al terminar la celebración, un pequeño ágape permitió seguir compartiendo en un ambiente más informal. Especialmente celebrada fue la presencia del pastor de la diócesis, pues “no cada domingo tenemos al obispo en Múrmansk”, comentaban los asistentes; y tampoco es habitual que, “haya quien se ordene diácono en nuestro templo”, concedía el P. Alejandro Carbajo, misionero en Rusia.
Al acabar de recoger todo, aprovechando el buen tiempo, el mismo P. Alejandro, junto a Denís, acompañaron a los huéspedes a dar un paseo por la ciudad antes de poder despedirse de Mons. Dubinin y de su secretario, que marcharon de vuelta a San Petersburgo.