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P. Aquilino Bocos y Comunidad Asistencial: reconocimiento recíproco
El pasado domingo, 20 de mayo, el Santo Padre nos sorprendía con el nombramiento cardenalicio del P. Aquilino Bocos. Tres días después, él mismo quiso mantener un encuentro fraterno con las comunidades que viven en Colmenar Viejo; es decir la comunidad del Seminario, y la Asistencial, donde residen nuestros misioneros que han gastado su vida al servicio del Evangelio. Historia viva y futuro de la Congregación. Entre ellos, en el día de ayer, el P. Bocos, hoy neo cardenal y antaño Superior General durante doce años, siempre se ha encontrado ‘en casa’.
El P. José Luis Asenjo, Superior de la comunidad Asistencial, explica esta visita y lo que ha suscitado en ellos: “Puede que muchos estemos con las ‘velas rotas’, pero nos sentimos verdaderamente queridos”. No en vano, en los años de Superior Provincial y General, el P. Bocos mantuvo un buen número de posiciones, sobre todo en América Latina, a través de estos misioneros, afianzando la espiritualidad claretiana y poniéndola al servicio de la Iglesia Universal. Ellos, servicial y apasionadamente, se esforzaron por anunciar el Reino.
Sorprende leer este hermoso testimonio que el propio Aquilino dejó escrito una vez que concluyó su etapa de Gobierno, y que en cierto modo se hace carne hoy en nuestra querida comunidad asistencial: “He visto cómo nuestros hermanos se desviven y asumen sacrificios muy grandes por el anuncio de la Buena Noticia. He comprobado qué caminos transitan y, a veces, qué medios tan precarios usan; con qué afabilidad acogen a todos y cuánta es la creatividad en el ministerio. He escuchado confidencias de quienes han sido calumniados y han callado; de quienes aparentemente han llevado una vida irrelevante y, sin embargo, están llenos de caridad en lo cotidiano; de quienes han sufrido en silencio la enfermedad, escondida por años, sabiendo que así completaban en su cuerpo lo que falta a la pasión de Cristo; de quienes han caído y misericordiosamente se han regenerado. Experiencias de esta índole son gracias especiales que entretejen nuestra vida y frecuentemente pasan desapercibidas”.