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Celebramos el aniversario de la Capellanía Filipina en Ntra. Sra. del Espino
En filipino, 'tahanan' significa hogar. Los claretianos que atienden la parroquia de Nuestra Señora del Espino en Madrid saben traducirlo enriqueciendo aún más su significado. Para ellos, Tahanan también es sinónimo de servicio a la comunidad filipina que reside en Madrid, de ofrecer herramientas para hacer más fácil su integración social y pastoral. Es el nombre con el que la bautizaron los misioneros Alfonso Mateo y Pedro Sarmiento, hace ya treinta y cinco años, cuando aceptaron comprometerse a favor de los migrantes de este país asiático. Especialmente de los más necesitados.
Así nació el germen de lo que dos años después pasó a ser constituido formalmente como Capellanía Filipina, en respuesta a la invitación de la Archidiócesis de Madrid. Durante los primeros diez años, por distintos motivos, la Capellanía se tuvo que mover por diferentes parroquias. Comenzó con los Misioneros del Verbo Divino, en 1986, y volvió a los Claretianos en 1996. Así, un febrero de hace 23 años, comenzaron a trabajar ofreciéndose una serie de servicios: asesoría legal para obtener los “papeles” que les permitieran quedarse en España; clases de castellano para que pudieran mejorar sus posibilidades de comunicación; y charlas informales para familiarizarse con la cultura y el modo de ser de los españoles. Además, por supuesto, servicios pastorales.
En el año 2005, la Delegación Diocesana de Migraciones decidió asentar definitivamente la Capellanía en la Parroquia de Nuestra Señora del Espino, y es así como se convierte en el lugar donde viene funcionando hasta la fecha.
El P. Jorge Domínguez, involucrado con la comunidad filipina, comenta al respecto: “A lo largo de estos años, hemos pasado de utilizar simplemente locales de la parroquia, a convivir y compartir actividades y proyectos. La Capellanía se ha ido incorporando de forma natural a distintos momentos a la vida de la parroquia, participando incluso en el Consejo Pastoral”. Del mismo modo, también animan algunas eucaristías dominicales, celebran la Pascua junto a todos los feligreses, y trabajan en proyectos de la Vicaría, como la JMJ y otras actividades con jóvenes – lo más reciente el encuentro de Taizé –. “También se han involucrado activamente en las campañas de Cáritas, Manos Unidas…”, destaca Domínguez.
Para finalizar, resume: “Y así, a lo largo de estos años, ha ido creciendo una larga y fructífera relación entre Capellanía y Parroquia, compartiendo una fe común y una preocupación de prestar servicio a los demás”.