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Encuentro de parroquias
“Lo más difícil empieza ahora. Todas las propuestas que se han lanzado durante este fin de semana tendrán que ‘hacerse calderilla’ en cada una de las parroquias de la Provincia”, sostiene Julio César Rioja, al frente del Secretariado de Parroquias, poco antes de finalizar el encuentro convocado este pasado fin de semana en Colmenar Viejo. Un encuentro que suele celebrarse anualmente y que este año ha reunido a cincuenta personas, entre laicos y religiosos, para ultimar los detalles de la renovación del Plan Provincial de Parroquias.
El trabajo ya venía de antes, en concreto de hace dos años, cuando las razones para acometer un nuevo plan se fueron haciendo más patentes. No sólo por las orientaciones pastorales de los dos últimos pontificados, ni por el cambio del entorno sociocultural y eclesial en el que se desenvuelve la vida de nuestras parroquias. También ha resultado clave que la Congregación ha venido haciendo estos últimos años reflexiones importantes buscando los rasgos carismáticos, que son un excelente referente para renovar planes y proyectos de misión. Así también lo quiso hacer ver D. Lucio Arnáiz, un sacerdote de la Asociación del Prado que ofreció una charla para nuestro encuentro del fin de semana “Les he insistido mucho en el trabajar sinodalmente. Es decir, no ir por libre sino ir juntos. No solo con la Congregación, sino también con los laicos. Puede que yendo así vayamos más despacio, pero a la larga nuestro trabajo será mucho más fecundo”, subrayó Arnáiz.
La confección del plan provincial ha sido un proceso largo pero muy participado, donde el Secretariado de Parroquias y su Consejo, coordinados por Adolfo Lamata y Julio César Rioja, junto a laicos y religiosos han ido repensando la situación de las parroquias y cuáles deberían ser hoy en día sus prioridades evangelizadoras. Los consejos pastorales de las parroquias y el secretariado han dialogado sobre diversos borradores, dando pie a un discernimiento realmente enriquecedor. Así lo confirma Aurora Álvarez Rosete, laica de la parroquia de Gijón. Ella trabaja en el Consejo Pastoral y se le propuso participar de este encuentro. “Creo que sí que puedo aportar algo. También juventud”, comentaba con una sonrisa. En lo referente al plan, matizó que efectivamente “ya se había trabajado porque nos lo habían pasado a las parroquias. Y lo cierto es que me ha gustado el planteamiento y la forma de trabajar, no le quitaría nada”. Aunque también advierte que “muchas cosas en los grupos parroquiales se suceden por inercia, y ahora todo este trabajo lo tenemos que pasar por el corazón”.
De aquí a la semana de Pascua el Secretariado de Parroquias dará forma definitiva al Plan Provincial, que será estudiado en cada posición a la luz de las directrices y opciones pastorales de cada una de las Iglesias diocesanas, empeñadas también en renovar sus proyectos en clave de Iglesia ‘en salida’, en permanente estado de misión. Para Julio César Rioja, el plan “no es tanto una nueva manera de trabajar, como sentarse a ordenar las preferencias que queremos para nuestras parroquias. Saber identificar qué aportamos en la Iglesia y en las diócesis según nuestro carisma, porque nosotros somos misioneros”. Y continuó diciendo: “Estamos en la línea de salir, de ser parroquia de puertas abiertas. Tenemos que potenciar eso”. Después, cada parroquia decidirá qué medidas toma para enriquecer su vida desde el Plan Provincial. Algunas han anunciado ya la celebración de asambleas parroquiales o encuentros específicos de diálogo y discernimiento.
El encuentro, al fin, combinó una vez más de modo bien hermoso el estudio con la profundización, la convivencia y la celebración. Religiosos, laicos y laicas se encargaron de la animación de los diversos momentos de oración. Muchos de los participantes expresaron públicamente su satisfacción y alegría antes de emprender la vuelta a casa. ”Sabemos que las parroquias estamos unidas por un mismo carisma. Eso es lo que queremos llevarnos”.