Abierto el plazo de matriculación de la 49ª Semana Nacional para Institutos de Vida Consagrada

El Instituto Teológico de Vida Religiosa de Madrid organiza su 49ª Semana Nacional para Institutos de Vida Consagrada bajo el título “Consagrados para la vida del mundo: La Vida Consagrada en la sociedad actual”. Si en años precedentes los temas giraban en torno a la propia consagración y misión de los religiosos, este año los organizadores de estos días, convertidos ya en referencia para la formación permanente de la vida consagrada, han configurado un programa fijando la mirada en la entrega radical de la vida religiosa, llamada a ser fermento evangélico en el mundo. La vida consagrada vive, se mueve y trabaja en medio de la sociedad y contribuye de una manera determinante a la construcción del bien común, por ello el tema tratado resultará de plena actualidad para reflexionar sobre los núcleos básicos de quienes siguen al Señor en castidad, pobreza y obediencia.

El P. Carlos Martínez Oliveras, director desde hace algunos años de la Semana Nacional, ha ofrecido esta mañana junto al P. Fernando Prado una rueda de prensa en la que se han ido repasando los temas fundamentales de las conferencias que tendrán lugar. Así, el primer día, jueves, tras los pertinentes saludos en la sesión de apertura entre los cuales destacará la presencia del Nuncio en España, Mons. Bernardito Auza, -será probablemente el primer encuentro que tenga con la vida consagrada española- se ofrecerá una jornada para analizar los valores de la sociedad actual, lo que está pasando y lo que se está viviendo. Para ello intervendrá el claretiano José María Vegas, jefe de estudios del Seminario de San Petersburgo, doctor en filosofía y profesor de Filosofía Social y Ética. Su presencia y conocimiento de la cultura rusa desde hace más de 25 años sin perder la conexión con España le convierte en buen analista de lo que fue una sociedad atea y marxista y que ahora convive y coexiste con la ortodoxia. El mismo jueves también tendrá lugar la charla ofrecida por el claretiano Mons. Luis Ángel de las Heras, obispo de Mondoñedo-Ferrol. El misionero, conocedor muy a fondo las relaciones entre las Iglesias locales y la vida consagrada, abordará el tema de la verdadera inserción apostólica del carisma de cada instituto religioso en una diócesis. Solo el dinamismo de la sinodalidad y la communio garantiza el adecuado engranaje de vida y misión para ser testigos en medio del mundo.

Por último, finalizará el día la charla ‘Seguir a Jesús en tiempos posmodernos’, que ofrecerá la Prof.ª Jolanta Kafka, rmi. La presidenta de la Unión Internacional de Superioras Generales (UISG) es una mujer de una gran sensibilidad y una gran profundidad. Su servicio actual de representación e impulso de toda la vida consagrada femenina es siempre una palabra autorizada en estos tiempos en que eclesialmente la mujer quiere amplificar su voz y su don para el bien de la comunidad cristiana y la sociedad.

El segundo día, el viernes 17, buscará confrontar la vida consagrada en el tejido social. Para ello se ha programado un diálogo entre Mons. Luis Argüello, secretario de la Conferencia Episcopal Española, y Francisco Vázquez, diplomático y Embajador de España cerca de la Santa Sede entre los años 2006 y 2011, que se presume altamente interesante en medio de la situación de la Iglesia en la sociedad y el panorama político actual. Las dos horas de debate serán moderadas por el periodista de la COPE Ángel Expósito. También habrá lugar para tratar el desafío de la inmigración de la mano del Card. Cristóbal López Romero, arzobispo de Rabat. El también religioso salesiano, viviendo en el corazón de Marruecos, sabe bien de qué habla. Él nos ofrecerá una visión y un testimonio de este desafío acuciante en nuestro tiempo.

La tarde comenzará con la palabra de la Prof.ª Mª José Castejón Giner, laica consagrada y directora general de Siervas Seglares de Cristo Sacerdote. Ella hará presente la voz y la visibilidad cada vez mayor de los Institutos Seculares. Por último, la mesa redonda que llevará por título ‘Actualizar la misión del Señor’ que se centrará en tres verbos: enseñar, curar, predicar. Cada uno de ellos tiene detrás a una persona altamente representativa. El salesiano Juan Carlos Pérez Godoy, presidente de Escuelas Católicas, la hermana de la caridad de Santa Ana, médico de profesión, Carmen Mora, y el prior provincial de los dominicos de Hispania y vicepresidente de Confer, Jesús Díaz.

El último día, el sábado 18, comenzará con la conferencia ofrecida por el P. Gonzalo Fernández, Prefecto general de espiritualidad y vicario de nuestra Congregación, que tratará el tema de la necesidad de mayor hondura espiritual en la sociedad de la información. La vida consagrada solo puede dar una palabra de servicio, autenticidad y testimonio en medio del mundo si es fuerte interior y espiritualmente. La siguiente charla, antes de cerrar la mañana del último día, correrá a cargo del también misionero claretiano Prof. Manuel J. Arroba Conde, que nos hablará de la familia, centro de la vida social y cristiana, ya que la conexión entre ambas –vida consagrada y familia– no puede obviarse en la sociedad actual. El P. Arroba, recientemente nombrado decano del Instituto Teológico Juan Pablo II para las Ciencias de las Familia y el Matrimonio (Madrid) posee una voz autorizada que, a buen seguro, podrá iluminar este binomio tan significativo.

La última de las conferencias de la Semana Nacional será pronunciada por el Card. Miguel Ángel Ayuso Guixot, presidente del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso, y llevará por tema a la vida consagrada como actora indiscutible del diálogo intercultural e interreligioso. No se podría haber encontrado mejor ponente para hablar de ello. Finalmente tendrá lugar una eucaristía de clausura, presidida por el Card. Carlos Osoro, arzobispo de Madrid.

En definitiva, será una semana para dar cuenta de todas las dimensiones que necesariamente interpelan a los religiosos para volver sobre su propia consagración, su comunión y su misión.  La sociedad actual sigue necesitando testimonios vivos de personas que dan prueba del absoluto de Dios.