Francis Quan, Nguyen Trong es destinado a Vietnam, su país natal

Nuestro hermano Francis Quan, Nguyen Trong ha sido destinado por el P. Amador Tumbaga, superior mayor de la provincia P. Rhoel Gallardo (Filipinas), a la ‘Claret House’ de la ciudad de Ho Chi Minh, en Vietnam. “La obediencia me llama de vuelta a mi país natal …¡Y a obedecer se ha dicho!”, expresa el misionero en un hermoso texto que ha hecho llegar a la oficina de comunicación de esta provincia. “Me despido con el corazón dividido: por un lado, la emoción de volver a mi tierra; pero, por otro, ¡una tremenda morriña me invade!”, expresa. “Me llevo un trocito de cada uno de vosotros en mi equipaje”, ahonda a renglón seguido.

“Estos años en España han sido como un máster intensivo de vida”, se sincera el religioso, que llegó a España en el pasado año 2019 y, tras dedicar los primeros meses al estudio del español, realizó los estudios de teología en Comillas. “Aprendí teología, sí, pero también a apreciar la siesta, a disfrutar de una buena tertulia y a entender esos modismos españoles”, completa con una sonrisa en los labios. Seguidamente, hace aproximadamente un año, el 24 de marzo de 2024, Francis es incardinado a la provincia de Santiago y siete meses después realiza la profesión perpetua en la parroquia San Antonio María Claret de Madrid.

Fue ordenado diácono en la parroquia San Antonio María Claret de Madrid el 8 de febrero de 2025 y destinado a Gijón, donde ya estaba residiendo desde principios de septiembre de 2024. “Estos seis meses he sabido disfrutar de los cachopos gijoneses (¡y de la sidra, claro!), pero sobre todo de un sinfín de momentos inolvidables”, prosigue el religioso jocoso, pero emocionado. “Agradezco de todo corazón a esta provincia de Santiago por vuestro cariño y paciencia. Me habéis acogido como a un hermano, ¡y hasta me habéis enseñado a jugar al mus!”.

Hace seis días, con decreto fecha de 20 de marzo, es excardinado e incardinado de nuevo en la provincia de Filipinas, adonde viajará el próximo domingo día 30 de este mes. “Ahora, con la maleta llena de souvenirs y el corazón lleno de gratitud, me despido”, concluye. “¡Espero que nos volvamos a encontrar pronto!”. “Os llevo en el corazón, hermanos”, se despide Francis, enviando un abrazo fraterno a cada uno, dedicando una amplia sonrisa vietnamita para todos. ¡Hasta pronto!