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La parroquia Virgen de las Mercedes de Puertollano celebra sus bodas de oro
Dice el decreto firmado por el obispo Mons. Rafael Torija de la Fuente que fue el 25 de julio de 1972 cuando quedó inaugurada la Parroquia de las Mercedes, en Puertollano (Ciudad Real), pero la intrahistoria del barrio que la acoge habla de unos cuantos años de trabajo previo, en los que probablemente haya que remontarse hasta principios de los años sesenta. Todo aquel movimiento de vecinos que colaboraba con la construcción del templo trayendo ladrillos o adecentando el terreno fue tejiendo profundos lazos y formando grupos como el de Scouts Católicos o la Asociación de Vecinos ‘Las Mercedes’, que aún hoy se mantienen. Este pasado sábado, con la nueva feligresía y representación del clero diocesano, se dieron cita para todos juntos hacer memoria agradecida, celebrando la eucaristía de las bodas de oro de la parroquia que la comunidad claretiana ha estado preparando desde hace semanas con tanto mimo.
“Para nosotros se trata de una efeméride muy entrañable”, detalle el P. Jaime Aceña, superior de la comunidad claretiana en Puertollano. “Y para mí lo es especialmente, pues yo llegué a esta tierra en 1986 por primera vez, y veo ahora con mucha satisfacción que muchos de los niños de entonces se mantienen en el barrio siendo adultos ya, habiendo rebasado los cincuenta años y abarrotando el templo en el día que la Iglesia celebra la fiesta de la Virgen de las Mercedes”, abunda. La provincia de Santiago también se alegra y se goza con el buen trabajo que los misioneros están llevando a cabo en Puertollano en los últimos treinta y nueve años. Así, el vicario provincial, Teodoro Bahillo, viajó expresamente desde Madrid a concelebrar junto a los PP. Juan José Palacios y Jaime Aceña la misa presidida por el actual pastor de la diócesis, Mons. Gerardo Melgar. “El obispo, D. Gerardo, siempre tan cercano a nosotros como también lo fueron sus predecesores, se sinceró y como un hermano nos alentó a seguir trabajando, viendo los buenos resultados cosechados y el prometedor futuro que le depara a esta Iglesia particular si seguimos en esta misma línea”, abunda el P. Palacios. “Como anécdota podemos contar que era su cumpleaños y él lo quiso pasar con nosotros celebrándonos la misa”, añade.
No fueron ellos los únicos sacerdotes. También se encontraban allí el P. Antonio Gálvez, claretiano que vivió y trabajó en Puertollano durante años; junto a él, también pudo verse al P. Javier Valiente, salesiano, y a D. Jesús Valiente, primer párroco de este templo. El rostro de la feligresía desplegó todo su color, que iba desde el hábito de las religiosas Hermanas de la Cruz hasta las sonrisas de las familias a las que en esta parroquia se atiende. “No faltó el grupo parroquial de la junta de pastoral gitana, que prepararon cantos inspirados en su tradición, con guitarras y cajones flamencos”, detallan los misioneros. “Fue una eucaristía muy participada en la que se prepararon con esmero las moniciones a las lecturas y también las ofrendas, que corrieron a cargo de la asociación de vecinos y del grupo scout”, explica el P. Aceña. La numerosa porción de fieles que no quiso perderse la fiesta de su parroquia contó con algunos beneficiarios del grupo de Espacio de Cuidados que Fundación Proclade puso en marcha hace escasos dos años. “Es un privilegio tenerlos entre nosotros”, se alegran los misioneros.
La eucaristía dio paso a un generoso piscolabis en la cercana calle Murillo, donde el pueblo pudo encontrarse, comentar, y disfrutar de los bailes tradicionales que prepararon algunos miembros la asociación vecinal.