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La Conferencia Española de Religiosos anuncia su programa para el año 20-21
La Conferencia Española de Religiosos (Confer) hace público su programa para el curso 2020-2021
La Familia Claretiana mantiene su frecuente colaboración con Confer, que se propone seguir transmitiendo vida y esperanza
La Conferencia Española de Religiosos ha hecho público su programa de actividades para el curso próximo 2020-2021.
Como tantas cosas a día de hoy, Confer hace público un programa abierto, llamado a definirse y completarse según vayan siendo las características sanitarias en las que pueda desenvolverse la vida social.
En el programa, además de un buen número de grupos, comunidades y redes, aparecen cerca de cuarenta nombres propios. Entre ellos están los de algunos colaboradores permanentes de la Conferencia, como el sacerdote claretiano Teodoro Bahillo, secretario de la provincia de Santiago, que junto a otros dos religiosos presta sus servicios en la asesoría jurídica. Margarita Bordallo, misionera claretiana, es la coordinadora de la Conferencia encargada de cuidar las relaciones con las regionales y diocesanas. Soledad Herrero, seglar claretiana y madre de familia, una de las secretarias de área.
Entre las novedades que anuncia el folleto está la incorporación del P. Luis Manuel Suárez, misionero claretiano de la provincia de Santiago, al equipo de la sede central como coordinador del área de pastoral juvenil vocacional. Luis Manuel (Luisma para muchos) lleva años colaborando en este campo y ahora combinará esta tarea de coordinación con otras responsabilidades provinciales.
En el programa del curso se anuncian dos actividades del área de formación y espiritualidad que estarán animadas por José Cristo Rey García Paredes, veterano colaborador de la Conferencia y profesor emérito del Instituto Teológico de Vida Religiosa de Madrid.
Confer se propone intensificar en el curso 2020-2021 los gestos de ternura, compañía, ánimo y transmisión de fuerza: el Dios de la Vida quiere seguir abriéndose camino entre nosotros. Aunque sea de otro modo, es tiempo de seguir abrazándose. La Familia Claretiana, con mucho gusto, se propone seguir colaborando con la Conferencia y con el resto de la vida consagrada, tanto nacional como diocesana y regionalmente.
