Eucaristía y concierto vocacional: “QUEREMOS SER + EVANGELIO”

El sábado 25 de octubre en el marco del triduo al P. Claret, celebrado en la parroquia Ntra. Sra. del Espino (Madrid), se vivió una sentida celebración de la eucaristía dando gracias por el regalo de la vocación recibida como Misioneros Claretianos. La eucaristía estuvo presidida por el P. Julio Corredor, cmf, de la provincia claretiana de Colombia-Venezuela y que actualmente reside en la comunidad del Colegio Claret de Madrid, y realiza estudios en el Instituto Superior de Teología Pastoral y el Instituto de Vida Religiosa. A la celebración se unieron los PP. Luis Ángel de las Heras, Luis Manuel Suarez, Javier Goñi, Rosendo Pérez, José Manuel Sueiro y Abel Mauricio Pino. El seminario claretiano de Colmenar Viejo también se hizo presente, unidos a los fieles habituales de la parroquia y de otros sitios.
      
Seguido a la celebración eucarística se pudo disfrutar de un animado “Concierto vocacional” bajo el lema pastoral de los Colegios Mayores QUEREMOS SER + EVANGELIO. En el escenario estuvieron los cantantes Kiki Troi (Argentina) y Roberto Vega (México), quienes con sus canciones animaron la familia claretiana a seguir siendo fieles al carisma de San Antonio María Claret, llevan el ardor misionero en el corazón y en el día a día de la propia vida.
     
Damos las gracias a la comunidad parroquial de Ntra. Sra. del Espino, por abrir sus puertas al agradecimiento y la acogida de un reclamo vocacional que en ningún momento puede dejar de ser asunto de todos. Gracias a todos los que se animaron a participar en la eucaristía y en el concierto: El gobierno provincial de Santiago, el seminario claretiano de Colmenar Viejo, el equipo de PIJV, claretianos de otras comunidades, representantes de los Colegios Mayores, familiares, amigos, comunidad filipina y demás simpatizantes del carisma claretiano.   

“Recordamos que la vocación misionera del P. Claret tiene su centro en una profunda experiencia de Dios que necesariamente debe comunicar a los demás, para que Dios sea conocido, amado, servido y alabado por todos. Con un profundo amor al prójimo. Vamos a pedir al Espíritu Santo que venga sobre nosotros y nos haga sentir, como al Padre Claret, que somos ‘nacidos para evangelizar’.”