Viviendo la Pascua (y más vivos que nunca)

Adecuarse a las medidas que procuran frenar la expansión del coronavirus significa, entre otras novedades aconsejadas por nuestros obispos, que en la Semana Santa de este año no podremos ver procesiones de Misterios de Pasión, Cristos crucificados o dolores de María por las calles. La imaginería cofrade que nos ha acompañado desde nuestra infancia Iluminando el sufrimiento con la luz de la experiencia pascual ha tenido que ser suspendida por segundo año. La multitud de ayer, la que la liturgia del Domingo de Ramos recibía a Jesús con palmas en su entrada a Jerusalén, hoy ha pasado a convocarse como aquellos discípulos que no pudieron velar junto a su Maestro. Este año estamos más cerca unos de otros, pero aún es mucha la angustia de no saber qué va a pasar y mucha la soledad que nos aguarda. E igual que en la noche de Getsemaní, donde pese a las angustias y soledades se nos señala el proyecto amoroso de Dios, este año también podremos sentir a Dios cerca, aunque quizá no como quisiéramos. Y es por ello que las parroquias de nuestra Provincia han procurado preparar cuidadosamente los oficios y la vigilia del Triduo Pascual. No habrá posibilidad de salir de nuestras ciudades, es verdad, y tampoco habrá ‘Pascua Conjunta’; pero habrá Pascua con todas las normas de seguridad.

“Fue anunciarlo y ya se apuntaron cincuenta chicos”, detalla Manuel Peñalba, desde el colegio Claret de Madrid y la parroquia pegada a éste. El misionero, encargado de acompañar a los grupos juveniles, celebrará la Semana Santa con muchachos de a partir de 15 años en el salón de actos del colegio, “que solo podrá llenar un tercio del aforo”. “Espero que nadie se tenga que quedar fuera, pues solo nos podremos reunir cien”, advierte. Los jóvenes que están acompañando este curso tienen ganas de Pascua, “y los materiales que nos han sido ofrecidos desde el EPAP nos permiten hacerles llegar la alegría de esta fiesta con un estilo muy claretiano”. De tal modo, aunque las celebraciones darán comienzo a las 19.00 hs., desde las 16.00 hs. ya estarán preparándose. Por su parte, la parroquia San Antonio María Claret, ofrecerá las celebraciones de los oficios del jueves y el viernes a las 18.00 hs, y la vigilia del sábado a las 20.00 hs.

De manera parecida sucederá en el Colegio Claret de Segovia. Allí, el misionero Diego González ofrecerá a los jóvenes +18 unas dinámicas de preparación a la celebración de los oficios, basadas en los materiales de nuestro equipo de pastoralistas, programadas para las 16.30 hs. “Y a las 19.30 tendremos las celebraciones con un aire más juvenil, animadas por salmos cantados con un estilo más contemporáneo, pero que no renuncian a toda la simbología tan rica que la Iglesia nos propone en estos días”, informa. Y así, el Viernes Santo, tras celebrar la crucifixión del Señor, habrá un espacio de tiempo reservado para ‘la Soledad de María’, una celebración que ya hace años impulsara el religioso Ángel Esteban, cmf, y que será rescatada esta Semana Santa.

Otras parroquias también han querido aprovechar las propuestas de ‘Más vivos que nunca’ y han abierto espacios para celebrar la Pascua con los jóvenes. “Este año a los jóvenes les hubiera tocado ir al albergue ‘Villa Claret’, en el pueblo de Viguera, pero hemos preferido dejar la mañana para que ellos mismos animen las celebraciones del Jueves y el Viernes Santo en la parroquia”, interviene el misionero Julián Ojeda, desde La Rioja. El religioso, empeñado en abrir un camino conjunto, también ha contado con los materiales que ofrece la pastoral de jóvenes de la diócesis “y probablemente participemos junto a ellos, enganchándonos a través de internet”, informa. Por la tarde, él mismo volverá a presidir en los oficios para los feligreses del barrio, “celebraciones ya más abiertas a familias, ancianos y niños”. Cumpliendo con todas las medidas de seguridad, el P. Ojeda tratará de adaptar momentos puntuales de la liturgia a la situación actual. “Por ejemplo, en el rito del lucernario de la Vigilia del sábado al domingo, sólo me moveré yo, y el resto permanecerá en sus sitios, recibiendo y compartiendo a izquierda y derecha la luz que parte de la llama del cirio pascual”. “Hay que ingeniárselas y todos estamos muy concienciados en lo que respecta a distancias de seguridad y otras normas de sentido común”, finaliza.

Desde Gijón, el P. Juan Lozano también va a presidir los oficios de estos días con celebraciones animadas por los jóvenes de la parroquia. Moniciones, canciones, lecturas… La comunidad juvenil (los llamados +18), que lleva preparándose una semana entera, cuidará de todo hasta el mínimo detalle. “incluso han puesto en marcha un servicio de ‘acomodadores’ facilitando la asistencia tanto al Jueves y Viernes Santo como a la Vigilia pascual, ayudando a que no queden sitios vacíos ahora que las limitaciones de aforo para nuestras celebraciones son del cincuenta por ciento”. Por supuesto las celebraciones también estarán abiertas a adolescentes menores de dieciocho para que participen, tanto del colegio Corazón de María de la misma ciudad, como de la parroquia.

Por su parte, Emeterio Chaparro, el misionero que habitualmente trata con los jóvenes de la parroquia del Santo Ángel de la Guarda y Nuestra Señora de Aurora en Vallecas (Madrid), ha organizado dos convivencias empleando los materiales del EPAP. Los quince jóvenes de diversas edades que se apuntaron a recibirlas compartirán su experiencia este próximo miércoles, al borde de empezar el Triduo Pascual, “y remataremos con una eucaristía”. Y en Vigo, el P. Abel M. Pino, subdelegado de la pastoral de jóvenes de la diócesis de Tui-Vigo, animó un retiro con las pistas dadas por ‘Más vivos que nunca’ para jóvenes universitarios este pasado sábado en el colegio San José de Cluny.