Se encuentra usted aquí
Mayo de 2021, memoria intensa de María
Coincidiendo con la llegada del verano en Europa, en mayo y junio la presencia de María en la vida y acción de los claretianos de Santiago suele visibilizarse de modo especial. A la fiesta del Corazón de María, movible al ritmo de la Pascua, se suma el mes de mayo, en el que cientos de cristianos intensifican los signos de su devoción a la Madre de Dios.
2021, entre distancias y mascarillas, no es una excepción. Como casi siempre, a través de modos muy diversos acomodados a cada lugar, las comunidades claretianas han cuidado día tras día esa presencia y evocación mariana en sus momentos compartidos de oración. Unas lo han hecho a la mañana, otras a la tarde o antes de la comida.
Prácticamente todas, además, han compartido esa experiencia con el resto del pueblo de Dios en las parroquias y centros educativos. Celebraciones especiales, recuerdos en las eucaristías, liturgias particulares, semanas, el rezo del Rosario… las formas han sido muy diversas.
Desde quien ha tenido ese recuerdo en todas las misas de cada día hasta quien lo ha concentrado en la misa principal; desde quien ha madrugado los treinta y un días para peregrinar al santuario de la Barquera (como los fieles de San Vicente, en Cantabria) hasta quienes lo hicieron a Contrueces (Asturias) por turnos y en fechas puntuales. No ha faltado tampoco quien ha combinado lo on line con lo presencial, para evitar concentraciones inconvenientes, como los alumnos de secundaria del colegio de Zamora.
En Barbastro se ha usado una imagen restaurada del Corazón de María, recuperada hace poco, escondida en los años de persecución religiosa. En Logroño cada uno de los treinta y un días ha sido preparado por un grupo de la parroquia. En Oviedo las celebraciones han resaltado las bodas de oro de la comunidad parroquial. En Zürich tuvieron una expresión singular el 13 de mayo.
2021 se ha distinguido también por el deseo expreso de los claretianos de unirse a las intenciones propuestas por el papa Francisco, que invitó a orar durante todo el mes por los damnificados de la pandemia, su fin y la reanudación de la vida económica y social. En casi todos los momentos comunitarios de encuentro y en los templos ha habido tiempo para evocar, diariamente, la intención de la jornada y el santuario encargado de tomar la antorcha de una cadena de oración que ha cruzado mares y océanos.
Muchas comunidades han compartido la intención con los fieles o la comunidad educativa. Casi todas, de un modo u otro, la han recordado en la oración comunitaria y personal. Algunas, como la de Segovia, han ido evocando visiblemente esa intención en su capilla, uniéndola al lema de los colegios claretianos para el curso (¡Arriba los corazones!).
Aunque muchas comunidades la han celebrado ya en el mes de mayo, un buen número se prepara para la fiesta del Corazón de María, cuya memoria litúrgica se celebra este año el sábado 12 de junio.