La parroquia de Nuestra Señora del Espino, en Madrid, ha dado un paso al frente y organiza un 'verano salvaje' para los más pequeños del barrio. Laura Martín Montalbán, monitora en esta experiencia, comparte lo vivido estos días con una sonrisa en los labios: "Por muy diferente que este año se nos haya planteado el verano, las expectativas pintan muy altas. Y es que echábamos de menos ver a los niños disfrutando, oír por fin sus risas; compartir su ilusión anima a seguir en nuestra labor".