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Pascua: dando pasos desde el Señor Resucitado
El tiempo de Pascua es un tiempo para dar pasos desde el Señor Resucitado. Su Vida, que nos llega a través del Espíritu, se hace concreta en este tiempo, entre otros signos, en los sacramentos. Los bautismos de la noche de Pascua, las primeras comuniones del mes de mayo, las confirmaciones en torno a Pentecostés, además de los matrimonios y las ordenaciones, habituales en este tiempo, hacen de estos días una etapa de especial densidad sacramental, a vivir y celebrar junto a aquellos que los reciben.
Los que trabajamos en la iniciación cristiana de niños y jóvenes sabemos que se ha de superar una pastoral que apunte sólo a preparar sacramentos. Pero a la vez, tales celebraciones pueden ir jalonando el camino de maduración en la fe que queremos ofrecer a los más jóvenes.
La preparación al bautismo puede ser todo un reencuentro de muchas familias con la fe y con la Iglesia. La primera comunión y la comunión solemne son una buena posibilidad para realizar una primera síntesis de la fe, en todas sus dimensiones: kerigma, oración y celebración, comunidad y compromiso. Y la preparación y celebración de la confirmación pueden ayudar a profundizar en los brotes nacidos en los años anteriores, para continuar el camino cristiano con más madurez, en todas sus dimensiones, desplegándose en la vida y en el mundo.
A la vez, aunque no sean sacramentos de iniciación, en nuestra pastoral con niños y adolescentes han de resonar las opciones de vida que se vinculan a los sacramentos del matrimonio y del orden sacerdotal. La valoración y presentación de estas opciones de vida a los más jóvenes, junto con el camino de la vida consagrada, serán semilla de posibles cristianos adultos en todas esas formas de vida que nuestra Iglesia y nuestro mundo necesita.
Si en esta Pascua te toca preparar o celebrar alguno de estos sacramentos, que pueda ser un momento fuerte de tu camino cristiano, en el que recibir la Vida del Señor Resucitado a través de su Espíritu. Si te toca acompañar a alguna persona que lo va a realizar, que puedas servir para ella de apoyo y de orientación. Y para todos, que estos días de Pascua y Pentecostés puedan ser ocasión de renovar nuestra respuesta generosa al don de la fe que se nos ha dado gratuitamente.
Tiempo de Pascua: tiempo de dar pasos desde el Señor Resucitado.