Lo que de verdad importa en la vida es, a la vez, regalo y tarea. Por ser tarea, en la Iglesia necesitamos trabajar por las vocaciones, para que cada cristiano descubra su manera de seguir a Jesús y sea fiel en su respuesta. Y por ser regalo, en la Iglesia necesitamos pedir por las vocaciones, como nos recomendó el mismo Maestro. En la familia claretiana tuvimos ocasión de hacerlo recientemente. Aquí te lo contamos.