El encuentro, celebrado en Zaragoza, pidió que el P. Juan Lozano continuara con su labor como sacerdote claretiano asesor
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Cáritas, presencia entregada
En su homilía del Corpus Christi de hace cinco años, el papa Francisco recordaba que recibir la comunión es también ‘hacer la comunión’. “Recibir la comunión nos lleva a la adoración eucarística; y de esa oración, a la comunión con los hermanos”, exponía el obispo de Roma. “Por la eucaristía seremos capaces de gozar con quien esté alegre, de llorar con quien llora, de estar cerca de quien esté solo, de consolar a quien esté afligido, o de socorrer a quien esté necesitado”, completaba. En definitiva, podría resumirse como una transfusión singular, donde las palabras de Jesús en la Última Cena poseen una fuerza renovadora que recorre nuestra existencia y engendra una nueva manera de relacionarnos entre nosotros.
Este pasado domingo, en la mayoría de las diócesis de nuestro país fue celebrada la Solemnidad del Corpus Christi, día de la Caridad. Sentarse a la mesa del Señor y mirar con atención lo que allí se nos ofrece equivale a tomar conciencia de la grandeza de este don. “Comer el cuerpo de Cristo tiene consecuencias”, advierte también Gonzalo Fernández Sanz, vicario de esta Congregación. Tender la mano al Sacramento es participar de la misma vida del Maestro, convertirse en pan partido para los demás, salir hasta las periferias del mundo llevados por un amor ardiente. Y en este sentido, Cáritas Española presentó su campaña ‘Seamos más pueblo’, una llamada a compartir el banquete de la Vida y ser signo de consuelo en medio de nuestra sociedad.
Hace diecisiete siglos que san Juan Crisóstomo nos hablaba de la eucaristía con estas palabras: “¿Deseas honrar el cuerpo de Cristo? No lo desprecies, pues, cuando lo contemples desnudo en los pobres, ni lo honres aquí, en el templo, con lienzos de seda, si al salir lo abandonas en su frío y desnudez”. Una llamada a tomar partido e involucrarse, y que tiene un acento especial en el barrio de la parroquia de las Mercedes, en Puertollano (Ciudad Real). Desde allí, el claretiano Juan José Palacios explica cómo “salir es estar en contacto con la realidad más cruda”. La suya es la de un barrio de casas bajas y siamesas, de ropa tendida y ventanas abiertas como grifos mal cerrados por donde se escapan chorritos de vida, voces y algunas miradas suplicantes. “Se perciben altas y claras las dificultades para salir adelante, y nosotros hacemos nuestras aquellas inquietudes, procurando buscar las mejores soluciones posibles”, redunda el misionero. “Venimos a compartir sus situaciones de vida”.
Por supuesto, Puertollano no es el único municipio de nuestra geografía donde existen situaciones de precariedad. En Gijón, en la parroquia Corazón de María trabajan para seguir acercando su mirada a la realidad. Allí, el P. Juan Lozano conoce y pone nombre a los necesitados de escucha. Ya son setenta y cuatro las familias atendidas, de las cuales, treinta y cinco no habían tenido que acercarse a los despachos de Cáritas de la parroquia hasta la irrupción del virus y las consecuencias económicas aparejadas a él. “Aumentan las peticiones de cobertura para las necesidades más básicas. Vivienda y pagos de suministros, y constatamos cómo se agrava la situación de vulnerabilidad”, explica Lozano. “Para poder ayudar más y mejor hemos creado nuevas herramientas como la atención telemática, la banca online, y el apoyo a distancia para la realización de trámites y gestiones para concesión de ayudas”, abunda.
Del cultivo de la cercanía y la disponibilidad también saben en Ferrol (Galicia). La comunidad misionera procura llegar al mayor número de personas, ya vivan en zonas rurales como en la ciudad, proporcionándoles asistencia espiritual y desgastándose en los servicios a favor de los últimos. “Hemos comenzado un nuevo proceso de acompañamiento a las familias más necesitadas, -iniciativa de una campaña puesta en marcha por Cáritas diocesana-, dejando la entrega de alimentos en especie y reemplazándolos por unas tarjetas específicas para la compra”, explica el misionero Javier Goñi. “Y lo hacemos poniendo más el acento en el planteamiento de derechos que en el asistencialismo de entregas puntuales”, detalla. Y es que, como también dice el papa Bergoglio en ‘Fratelli Tutti’, “¡Cuánto necesitamos una comunidad que nos sostenga!, ¡Qué importante es soñar juntos!”
© Ilustración de esta noticia: Silvia Martínez Cano