Un programa en el que se ha hablado de temas que van desde la cooperación internacional hasta la juventud o el papel de la mujer
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Los misioneros claretianos de Santiago os deseamos feliz Navidad
Nuevamente está entre nosotros la Navidad. Y aparece en medio de un mundo alterado, cuyo rostro no puede esconder las situaciones de dolor que atraviesan nuestras vidas: la enfermedad, las injusticias, la propia incoherencia y fragilidad humanas, la pandemia. Quizá estos sean los pesebres de nuestras vidas. Y justamente ahí, en medio del desconcierto, es donde Dios insiste en nacer hoy. Es donde su semblante, humano y frágil, se vuelve más diáfano. Pone su establo en todos aquellos vacíos que agujerean el corazón humano para llevarnos a vivir la presencia de un Dios que se hace historia. Seguimos necesitando la Navidad de Jesús.
En el momento en que vivimos, el nacimiento del Señor sigue siendo una invitación a renovarnos. Vivimos enviados a un mundo y a una creación que puede vibrar con Dios, pero que, como señalaba el Superior General en su mensaje de estas fiestas, anda haciéndose en la oscuridad las mismas preguntas de siempre sobre el significado del sufrimiento. ¡Por eso, cuánto necesitamos la Navidad de Jesús! No tanto la nuestra, personal o parcelaria. No tanto la institucionalizada o más social. La que nos enraíza en Él.