La historia de un banco

Erase una vez un banco. Había sido realizado a mano. Su autor era un hermano de Taizé, ese lugar del mundo donde vive un grupo de hombres de distintas confesiones cristianas: católicos, luteranos, calvinistas… Desde que allá por el año 1949, Roger Schutz –el hermano Roger-, junto con otros 6 compañeros, se comprometieron a una vida en celibato y pobreza. Y ese banco, como muchas otras cosas que trabajan, es su manera de ganarse la vida.

El banco es similar a los que utilizan los hermanos de Taizé (más de 70) en su oración. Una oración que hacen tres veces al día. Y desde hace varias décadas comparten esa oración con jóvenes de todo el mundo, que durante todo el año se acercan allí a buscar las fuentes de la confianza y pueden encontrarlas en el Dios de Jesucristo.

Los Claretianos de la Provincia de Santiago llevamos varios años peregrinando con grupos de jóvenes a Taizé. Para acercarnos a lo que los hermanos quieren compartir con nosotros, junto con otros muchos jóvenes. Para regresar a nuestros lugares de origen renovados y seguir viviendo la fe, la esperanza y el amor cristianos y compartiéndolos con otros.

He aquí la foto de cuatro bancos de Taizé, con los nombres de los peregrinos de los cuatro años que hemos ido a Taizé como Provincia de Santiago: 2007, 2009, 2010 y 2013.

Desde este fin de semana, estos 4 bancos estarán a la disposición de todos en la capilla de nuestra casa de Los Molinos (Madrid). Un recuerdo que nos puede ayudar a seguir orando, ese momento privilegiado de conectarse con la Fuente de la Confianza. Para vivir la vida con confianza.